El Lago de la Vida cruza una pequeña vereda de la zona de Entrenúcleos más próxima a la denominada Ciudad del Conocimiento; un lugar, por cierto, desconocido por una gran parte de los nazarenos. Anoche este espacio acogió un concierto de música insólito, lleno además de magia, que consiguió atraer, según el Ayuntamiento de Dos Hermanas, a unas 4.500 personas.
Sobre un islote fijo que parece jugar con la laguna que le rodea se montó un escenario sobre el que actuaron tres artistas: el nazareno Malos Pelos, Mario Díaz y Tomasito. El resto del espectáculo lo puso ya el público, que acudió atraído no sólo por la música en directo, sino por el lugar, repartiéndose entre una pradera de césped y un pequeño graderío, o simplemente yendo de un espacio a otro de este entorno y disfrutando del ambiente.
Porque esta no es una crónica sobre una actuación musical, sino sobre la original iniciativa que ha tenido la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento nazareno, que buscando algo nuevo que ofrecer a los jóvenes en este período estival entendió que el espacio que ocupa la Laguna de la Vida, en la zona nueva de Entrenúcleos, apartado del mundanal ruido, podría ser el lugar idóneo para ello.
Y la cosa funcionó. Hubo mucha gente, unas 4.500 personas según ha informado el delegado de Juventud, Juan Pedro Rodríguez; un sonido que funcionó a la perfección, servicio de bar y puestos de comida, y, sobre todo, muchas ganas de pasárselo bien y algo distinto, lo que se vio acompañado por una temperatura bastante agradable.
Y allí se acercaron sobre todo jóvenes, pero también personas mayores y niños, algunos de ellos acompañados por sus perros, que bien sentados directamente en el césped, sobre mantas o colchas o con sus sillas plegables disfrutaron de esta nueva experiencia en Dos Hermanas hasta bien entrada la madrugada.
Sobre un islote fijo que parece jugar con la laguna que le rodea se montó un escenario sobre el que actuaron tres artistas: el nazareno Malos Pelos, Mario Díaz y Tomasito. El resto del espectáculo lo puso ya el público, que acudió atraído no sólo por la música en directo, sino por el lugar, repartiéndose entre una pradera de césped y un pequeño graderío, o simplemente yendo de un espacio a otro de este entorno y disfrutando del ambiente.
Porque esta no es una crónica sobre una actuación musical, sino sobre la original iniciativa que ha tenido la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento nazareno, que buscando algo nuevo que ofrecer a los jóvenes en este período estival entendió que el espacio que ocupa la Laguna de la Vida, en la zona nueva de Entrenúcleos, apartado del mundanal ruido, podría ser el lugar idóneo para ello.
Y la cosa funcionó. Hubo mucha gente, unas 4.500 personas según ha informado el delegado de Juventud, Juan Pedro Rodríguez; un sonido que funcionó a la perfección, servicio de bar y puestos de comida, y, sobre todo, muchas ganas de pasárselo bien y algo distinto, lo que se vio acompañado por una temperatura bastante agradable.
Y allí se acercaron sobre todo jóvenes, pero también personas mayores y niños, algunos de ellos acompañados por sus perros, que bien sentados directamente en el césped, sobre mantas o colchas o con sus sillas plegables disfrutaron de esta nueva experiencia en Dos Hermanas hasta bien entrada la madrugada.
F. G. / REDACCIÓN
