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Villalobos pide al Gobierno central que el superávit de los municipios pueda ser invertido en planes de empleo

El presidente de la FAMP y de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha reclamado autonomía plena y manos libres para las entidades locales, insistiendo una vez más en la necesidad imperante de que el Gobierno central permita a los ayuntamientos gastarse su superávit en otros programas presupuestarios de competencia municipal, como en emergencias o en empleo.



El mandatario provincial sevillano y responsable de la Federación Andaluza de Municipios y Provincial (FAMP) se ha congratulado que la inversión de los 7.000 millones de superávit de las entidades locales de España sea ya una realidad, gracias a la enmienda a los PGE 2017, que ha sido refrendada por todos los partidos políticos, con el apremio de la FEMP y del resto de federaciones, como la andaluza.

"Considero que ahora es el momento para seguir abordando con valentía todos los frentes que hay abiertos en torno al municipalismo, y lo debemos hacer con altura de miras, ya que si el Gobierno central sigue injiriendo en la autonomía local, y poniéndoles piedras en el camino, a corto plazo, los ayuntamientos se colapsarán y lo que es peor, dejarían de prestar servicios públicos eficientes y de calidad a sus vecinos y vecinas!, ha dicho Villalobos.

En este sentido, el dirigente sevillano ha advertido que "no es justo que las entidades locales, que han hecho bien sus deberes, se vean presionadas y con un estrecho margen de maniobra para decidir cuestiones como la propia inversión de su superávit local", de ahí que le recuerde al Ministerio de Hacienda que en 2016, gracias a los ayuntamientos, España cumplió el objetivo de déficit por primera vez en una década, pese a que ninguna de las administraciones alcanzó sus objetivos.

Como botón de muestra, hizo referencia al hecho de que el origen de este superávit en 2016 lo aportan las corporaciones locales más pequeñas. Las urbes con más de 250.000 habitantes empeoraron sus cifras con respecto a años anteriores y redujeron su superávit en torno a un 1,5% en 2016, hasta los 1.776 millones, mientras que el "empujón" vino del resto de las entidades locales, cuyo superávit ascendió un 60%, hasta los 5.594 millones de euros, 2.117 millones más que en 2015. De este modo, el crecimiento del superávit del año pasado –que representa un 0,2% del PIB-, viene de la mano de las entidades medianas y pequeñas.

Pacto de Estado en defensa del municipalismo

"Con estos números como respaldo", añadió Villallbos, "no se entiende por qué las administraciones locales ahorran y aportan beneficios al cómputo de las cuentas españolas y, sin embargo, no pueden tomar decisiones autónomas en cuestiones tan obvias como la inversión de su superávit local. Es por ello que hace falta que todas las fuerzas políticas refrenden un Pacto de Estado en defensa del municipalismo abordando cuestiones de vital importancia para los miles de ayuntamientos españoles".

Un planteamiento que pasa por abordar "sin más dilación en el tiempo", en primer lugar, una ley de financiación local justa que garantice suficiencia económica a las arcas municipales para la prestación eficiente y de calidad de todos los servicios públicos básicos; por otro lado, un marco flexible y autónomo para la inversión del superávit local con el fin de la Ley de Estabilidad Presupuestaria (que conlleva el techo de gasto), que está provocando que las entidades locales no puedan gastarse sus ingresos con libertad, ya que esta norma fija que el superávit sólo puede dedicarse a la amortización de deuda, al pago de facturas a proveedores y a inversiones sostenibles; lo que es lo mismo, que crezcan en los próximos años para que el dinero finalmente se quede en los bancos, o, año tras año, vayan perdiendo capacidad de ejecución de su propio presupuesto, tal y como ha explicado el presidente de la FAMP.

DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN
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