Desde el próximo lunes, 3 de septiembre, y hasta el viernes, 7 de septiembre, la Sala Apeadero del Ayuntamiento de Sevilla albergará la exposición de las obras talladas por el escultor nazareno Antonio Luis Troya. En esta exposición, titulada “La Gubia de Troya: entre dos mundos”, se podrán admirar las obras salidas de las manos de este escultor nazareno, nacido en 1986. El horario de apertura al público será de 10.00 a 13.30 horas y de 17.00 a 20.00 horas.
La muestra tiene como principales piezas las imágenes el Cristo Crucificado y Virgen Dolorosa, ambas con destino al obispado de Veraguas, situado en el país centroamericano de Panamá; y el boceto de la imagen del Cristo de la Humildad de la iglesia del Santo Ángel de la capital sevillana.
La relación de Antonio Luis Troya con Panamá es muy estrecha ya que ha realizado varios viajes al país centroamericano por motivos laborales, pero esta relación las imágenes religiosas sevillanas y el “Nuevo Mundo” viene de muchos años atrás, ya que desde la Edad Moderna zarparon muchos navíos con imágenes religiosas. En los registros de estos navíos se recogían, con mayor o menor detalle, las tallas de Juan de Mesa o Martínez Montañés.
La imagen del Crucificado se trata del último trabajo del escultor nazareno, este Crucificado Muerto representa el icono de la Iglesia Católica, con una muerte dormida. El encargo se realizó hace año y medio y viajará la segunda semana de septiembre a tierras panameñas para que se le rinda culto en la basílica menor.
La muestra tiene como principales piezas las imágenes el Cristo Crucificado y Virgen Dolorosa, ambas con destino al obispado de Veraguas, situado en el país centroamericano de Panamá; y el boceto de la imagen del Cristo de la Humildad de la iglesia del Santo Ángel de la capital sevillana.
La relación de Antonio Luis Troya con Panamá es muy estrecha ya que ha realizado varios viajes al país centroamericano por motivos laborales, pero esta relación las imágenes religiosas sevillanas y el “Nuevo Mundo” viene de muchos años atrás, ya que desde la Edad Moderna zarparon muchos navíos con imágenes religiosas. En los registros de estos navíos se recogían, con mayor o menor detalle, las tallas de Juan de Mesa o Martínez Montañés.
La imagen del Crucificado se trata del último trabajo del escultor nazareno, este Crucificado Muerto representa el icono de la Iglesia Católica, con una muerte dormida. El encargo se realizó hace año y medio y viajará la segunda semana de septiembre a tierras panameñas para que se le rinda culto en la basílica menor.
REDACCIÓN / DHD DIGITAL
