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Luis Jesús Jiménez: "Me gustaría que tras mi exaltación la gente se vaya con ganas de disfrutar de la Navidad"

La Parroquia de Santa María Magdalena acoge este sábado, día 23 de diciembre, a partir de las 20:45 horas, el acto de Exaltación de la Navidad que organiza el Consejo de Hermandades y Cofradías de Dos Hermanas, y que pronunciará Luis Jesús Jiménez Pérez, un joven nazareno que desea que quienes lo escuchen se vayan luego a sus casas "con ganas de disfrutar de la Navidad".



Luis Jesús Jiménez Pérez, de 33 años y programador informático de profesión, sabe que se enfrenta este sábado a uno de esos días que quedarán marcado en su vida, por lo que significa para él la Navidad, por su gran afición belenística y porque será la primera vez en la que se subirá a un atril para todos le escuchen. Previamente lo presentará su primo Felipe Caso Pérez, y en todo momento estará acompañado por el Coro de la Hermandad de Valme, al que pertenece y al que considera su otra gran familia. Y muy atentos a todo cuanto ocurra, por supuesto, estarán sus padres, Luis Jiménez Díaz y Rocío Pérez Sotelo.

- ¿Cómo se encuentra en estos momentos?


- Los primeros nervios los tengo ya asumidos, y ahora lo que se produce es un poco la expectación de lo que va a ocurrir, y como no me he visto nunca en la tesitura de pronunciar una exaltación o un pregón, pues tengo los nervios propios de la inexperiencia y el saber qué va a ocurrir. Pero la verdad es que estoy muy feliz porque la Navidad es algo tan arraigado a mí, que son muchos los sentimientos que me salen.

- Es de imaginar que esa tranquilidad será en parte porque ya tiene escrita la exaltación.

- Claro. Ese posible nerviosismo lo he soltado ya, y ahora lo estoy focalizando un poco a la disertación, que es lo que más me preocupa en estos momentos.

- ¿Le costó mucho tiempo escribir el texto?


- La verdad es que sí, pero también entre comillas, porque cuando me lo dijeron fue en el mes de julio, que está claro que es una época un poco atípica para hablar de la Navidad. En los primeros días me entraron unas ganas tremendas de escribir, pero realmente hasta que no pasó el Valme, no ha sido cuando realmente me puse a escribirla.

- ¿Y se siente satisfecho con lo que ha escrito?

- Mucho. Y lo siento así porque en la exaltación he recogido lo que realmente quería decir. El sentimiento de la Navidad la he adquirido desde muy pequeño y lo que he hecho es plasmarlo desde la parte más sentimental.

- Está claro que una exaltación de estas características es todo muy personal, ¿no?

- Depende de cómo se lo tome cada uno. Sí hay en mi exaltación una parte generalizada, que es el fondo de la misma, que es exaltar el nacimiento del Niño Dios, y después la adapta a su forma de entenderla. Por mi tradición familiar, he estado muy arraigado siempre a la Navidad desde el punto de vista belenista, pero también del religioso, y ahí entra ya la parte personal, porque entonces no tendría sentido lo que voy a hablar.

- ¿Esa tradición belenista viene de su familia?

- Yo cuento con una familia muy grande, que siempre ha vivido mucho esta forma de entender la Navidad y de montar los belenes, pero en mi caso concreto a mí me ha llegado más a través de dos primos míos, uno de ellos Felipe Caso Pérez, que es quien me va a presentar, y Francisco Javier García Pérez, que es más pequeño.

- ¿Son nacimientos que se montan en casa, o también en otros espacios?

- Siempre lo suelo montar en casa, pero también fuera. Francisco Javier García Pérez, por ejemplo, es quien ha montado este año el Belén en la aldea del Rocío, Felipe también hizo el de la Adoración durante muchos años, y yo he montado durante ocho años el de Vera-Cruz.

- ¿Es muy grande el Belén de su casa?

- Es grande, pero como ahora mismo vivo en un piso, no tiene las dimensiones que tenía como cuando vivía en casa de mis padres, que ocupaba prácticamente una habitación; pero sí, tiene unos cuantos metros cuadrados.

- ¿Qué tipo de Belén es?

- Ahí he ido evolucionando un poco. Al principio era un Belén más tradicional, con casas hebreas, después empecé a comprar piezas de José Luis Mayo, haciéndolo algo más moderno.

- ¿Es la Navidad, junto con la Semana Santa y la Romería de Valme, cuando usted siente algo especial en esos días?

- Yo es que tengo tan interiorizadas las fechas y las formas de entenderlas, así como el belenismo, que es verdad que durante todo el año siempre ronda en mi cabeza todo lo relacionado con la Navidad, que la vivo muy intensamente, porque estoy en el Coro de la Hermandad de Valme, porque me gusta preparar la casa, y creo que durante todo el año la vivo porque yo soy muy organizado con las fiestas, pero en el fondo siempre tengo presente a la Navidad, festividad a la que le tengo un cariño muy especial. Primero porque los niños la viven muy intensamente, que eso te deja marcado en tu corazón, y luego conforme te vas haciendo mayor pues le vas añadiendo experiencias, y más adelante, aunque aún no tengo hijos, vendrán ellos y seguirás viviéndolo y recordándolo con esa misma ilusión.

- ¿Qué pretende transmitir a las personas que escuchen su exaltación?

- Lo principal que quiero transmitir es el verdadero sentido de la Navidad. Yo no voy a pronunciar una exaltación laica, sino con un sentido religioso, y aunque introduzca un poco la tradición y la forma de entender la Navidad, no me gustaría que se perdiera de vista el verdadero sentido, y es que la fiesta está hecha para celebrar el nacimiento del Niño de Dios. Sobre todo, lo que quiero es transmitir a las personas la ilusión de verlo nacer y que se viva la fiesta preparado tanto espiritual como humanamente de la mejor forma. Se trata de una fiesta alegre y feliz, en la que cabe la diversión, pero también los momentos íntimos con el Señor, con la familia, para acordarte de las personas que ya no están con nosotros, para pedir por las más necesitadas. En definitiva, lo que me gustaría es que la gente se fuera con ganas de disfrutar plenamente de la Navidad.

- ¿Va a ser una exaltación alegre?

- Sí, pero creo que habrá momentos en los que va a tocar el corazón de las personas porque habrá secuencias muy sentimentales. Va a haber tiempo para todo, para la alegría y para la meditación.

- ¿Habrá alguna sorpresa durante la exaltación?

- Alguna habrá, pero, claro, prefiero no desvelarla.

- ¿Musical?

- Sí.

- Porque le acompaña el Coro de la Hermandad de Valme, ¿no?

- Eso estaba claro, pero después va a haber otro detalle, aunque también musical. Al Coro lo tuve presente desde el primer momento del nombramiento.

-¿Es de las personas a las que le gusta celebrar la Navidad en familia o compartirla con amigos?


- Es que la Navidad tiene cabida para todo. Me gusta vivirla con mi familia, con mis amigos y con todos. Vivirla intensamente. Quizás durante el año pasan los días y echamos en falta todo lo que se hace en Navidad, pero sí es verdad que si no existieran estas fechas, posiblemente no lo haríamos. Y siempre intento que todo tenga vida en torno a mi nacimiento, y que acudir a verlo sea el inicio de tomarse luego una tapita y compartir un rato de amistad.

- ¿Hace referencia en algún momento de la exaltación a las personas que lo están pasando mal en estos momentos, en muchos casos por culpa de la crisis económica?

- Sí, claro, porque es necesario. Aparte de tocar el corazón ante esas necesidades o problemas que pueda tener la sociedad, también lo oriento hacia la importante labor que se hace, y ahí intento apretar un poco el corazón de las personas, porque es que realmente hay situaciones en las que llega la Navidad y siempre hay gente que lo está pasando mal.

- Está claro que este año es muy especial. El Coro de Valme ha sacado un disco después de muchos años, el último pregón de la Cabalgata lo pronunció su futuro suegro, Manuel Pérez Muñoz, su concuñado Daniel Vaquero pronunció recientemente en Pregón de la Esperanza... Y ahora le llega su turno. ¿Muchas emociones, no?

- Es verdad. Es que ha sido muy curioso que en un año hemos tenido el privilegio de ser protagonistas en estos pregones tres personas que, aunque yo no me caso hasta el año que viene, forman parte ya de mi familia. Y es un motivo de gran alegría.

- ¿Y cuando le dijeron que si quería dar la exaltación de la Navidad, qué pensó?

- En este caso me lo dijo don Manuel, el párroco de Santa María Magdalena, porque como el Consejo de Hermandades se encontraba en funciones, él había tomado las riendas como director espiritual. Pero me lo dijo además de una forma muy curiosa. Fue uno de los días previos a Santa Ana allí en la Parroquia. Como soy programador informático y don Manuel suele tirar de mí para casos en los que el ordenador no le va bien, me dijo que tenía un problema y que si podía mirárselo después de la Sabatina. Llegué allí, me senté en el ordenador, me dijo que abriera el Word, porque dice que se quedaba pillado, y cuando lo abrí me apareció un texto en el que me comunicaban la designación. La verdad es que me quedé un poco perplejo.

- Tuvo que leerlo varias veces para creérselo, imagino.

- Allí estaba don Manuel y Hugo Santos, pero cuando pasaron unos segundos, me di cuenta de que no podía negarme, porque ellos, y todos los hermanos mayores que formaban el Consejo, vieron que yo disfruto y vivo la Navidad de una forma muy especial. Me emocioné, porque no me lo esperaba, pero luego puse una sonrisa de oreja a oreja.

- No había ninguna avería informática.

- Nada. Fue una mentira piadosa del cura.

- ¿Por qué ha elegido a su primo Felipe Caso como su presentador?


- Porque es una de las personas que me inculcó más de cerca la afición por el belenismo y con lo que debe transmitir. Hemos vivido siempre muy cerca, uno al lado del otro y ha estado siempre muy pegado a mí y el que me ha transmitido la forma de entender el belenismo.

F. G. / REDACCIÓN
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