Se trató de una noche de recuerdos y de reencuentros, tanto sobre el escenario como entre las butacas del Teatro Municipal Juan Rodríguez Romero. Y el resultado fue todo un éxito, ya que el Grupo de Danza Ciudad de Dos Hermanas delitó, y de lo lindo, a un público que llenó este espacio escénico en su totalidad. Eso sí, cuando el espectáculo concluyó, en algo menos de una hora, dio la sensación de que se había quedado corto.
La expectación en torno al espectáculo que iba a ofrecer el Grupo de Danza Ciudad de Dos Hermanas era tremendo. Y no fue para menos por cuanto se cumplía el 50 Aniversario de su fundación. Y, claro, nadie quiso perderse una actuación extraordinaria de uno de los grupos con más solera y tradición, y que además se ha encargado de pasear el nombre de Dos Hermanas por medio mundo.
Y allí, en sus butacas, se encontraba la correspondiente representación municipal, con los tenientes de alcalde de Fiestas y Cultura, José Román y Rosario Sánchez, respectivamente y, muy cerca, Los del Río, con sus respectivas esposas. Pero el mejor asiento de todos estaba reservado para una de las almas de este Grupo y la culpable, junto con su hermano José María, de todo lo que ha aportado ya a la historia de Dos Hermanas, y a sus bailes y a sus cantes. Se trata de María Luisa Jiménez Peña, que seguro que pese a encontrarse sentada en la primera fila del patio de butacas, su mente y su corazón se encontraron en todo momento sobre el escenario del Teatro.
Quien sí se encontraba arriba fue su marido, Paco Anguita, quien incluso se marcó unas sevillanas antiguas con gran estilo en uno de los momentos álgidos de la noche, que fue cuando los más veteranos del Grupo salieron para demostrar que la vitalidad no la tenían nada perdida.
El espectáculo, que se titulaba 'Aniversario', se inició con el baile que el actual director del Grupo de Danza, José María González, y Ana Valme Ortega, directora de una Escuela de Baile en Dos Hermanas y Estrella de la Ilusión de la pasada Cabalgata de los Reyes Magos, protagonizaron en solitario sobre un escenario con fondo negro y en el que sólo los miembros del Grupo ponían la nota de color.
A partir de ahí se sucedieron una serie de bailes y cantes con los que el Grupo quiso realizar un repaso a estos cincuenta años ya de vida, y en las que no faltaron las sevillanas de ayer y hoy, los boleros o el popular tanguillo de 'Aguellos duros antiguos', recreándose además en cada momento distintos ambientes festivos como los que se viven con motivo de las cruces de mayo, durante el camino del Rocío o en el interior de una caseta en la Feria. Muchos momentos a los que el público incluso se quiso sumar tocando las palmas.
Manuel Lombo
Uno de los momentos también más destacados de la noche fue en el que una de las voces más importantes salidas de este Grupo de Danza hizo su aparición sobre el escenario, para deleite de los allí presentes y, sobre todo, de quienes lo vieron crecer poco a poco como artística. La figura de Manuel Lombo se hizo grande de nuevo para cantar primero una copla, 'Antonio Vargas Heredia', y, luego, para acompañar el baile que protagonizaron Juan Miguel Martín y de Elena Márquez, otros dos ex componentes del Grupo.
Pero tampoco se quedaron atrás los bailes de esas sevillanas saltarinas, recuperadas en Dos Hermanas por María Luisa Jiménez y su hermano José María y que cuentan con siete partes en lugar de cuatro, y que fueron bailadas por los antiguos componentes del Grupo, entre los que se encontraba el propio Paco Anguita.
La verdad es que el público se lo estaba pasando tan bien, con muchas ganas ya de fiesta en el cuerpo, que cuando comenzaron a salir sobre el escenario los setenta artistas, entre bailarines, músicos y cantantes, para despedirse, la sensación era de que nadie quería que ya se acabara. Por eso en un momento determinado pareció que supo a poco. Pudiera ser, pero un 'poco' con mucha alegría y tremendamente entrañable.
La expectación en torno al espectáculo que iba a ofrecer el Grupo de Danza Ciudad de Dos Hermanas era tremendo. Y no fue para menos por cuanto se cumplía el 50 Aniversario de su fundación. Y, claro, nadie quiso perderse una actuación extraordinaria de uno de los grupos con más solera y tradición, y que además se ha encargado de pasear el nombre de Dos Hermanas por medio mundo.
Y allí, en sus butacas, se encontraba la correspondiente representación municipal, con los tenientes de alcalde de Fiestas y Cultura, José Román y Rosario Sánchez, respectivamente y, muy cerca, Los del Río, con sus respectivas esposas. Pero el mejor asiento de todos estaba reservado para una de las almas de este Grupo y la culpable, junto con su hermano José María, de todo lo que ha aportado ya a la historia de Dos Hermanas, y a sus bailes y a sus cantes. Se trata de María Luisa Jiménez Peña, que seguro que pese a encontrarse sentada en la primera fila del patio de butacas, su mente y su corazón se encontraron en todo momento sobre el escenario del Teatro.
Quien sí se encontraba arriba fue su marido, Paco Anguita, quien incluso se marcó unas sevillanas antiguas con gran estilo en uno de los momentos álgidos de la noche, que fue cuando los más veteranos del Grupo salieron para demostrar que la vitalidad no la tenían nada perdida.
El espectáculo, que se titulaba 'Aniversario', se inició con el baile que el actual director del Grupo de Danza, José María González, y Ana Valme Ortega, directora de una Escuela de Baile en Dos Hermanas y Estrella de la Ilusión de la pasada Cabalgata de los Reyes Magos, protagonizaron en solitario sobre un escenario con fondo negro y en el que sólo los miembros del Grupo ponían la nota de color.
A partir de ahí se sucedieron una serie de bailes y cantes con los que el Grupo quiso realizar un repaso a estos cincuenta años ya de vida, y en las que no faltaron las sevillanas de ayer y hoy, los boleros o el popular tanguillo de 'Aguellos duros antiguos', recreándose además en cada momento distintos ambientes festivos como los que se viven con motivo de las cruces de mayo, durante el camino del Rocío o en el interior de una caseta en la Feria. Muchos momentos a los que el público incluso se quiso sumar tocando las palmas.
Manuel Lombo
Uno de los momentos también más destacados de la noche fue en el que una de las voces más importantes salidas de este Grupo de Danza hizo su aparición sobre el escenario, para deleite de los allí presentes y, sobre todo, de quienes lo vieron crecer poco a poco como artística. La figura de Manuel Lombo se hizo grande de nuevo para cantar primero una copla, 'Antonio Vargas Heredia', y, luego, para acompañar el baile que protagonizaron Juan Miguel Martín y de Elena Márquez, otros dos ex componentes del Grupo.
Pero tampoco se quedaron atrás los bailes de esas sevillanas saltarinas, recuperadas en Dos Hermanas por María Luisa Jiménez y su hermano José María y que cuentan con siete partes en lugar de cuatro, y que fueron bailadas por los antiguos componentes del Grupo, entre los que se encontraba el propio Paco Anguita.
La verdad es que el público se lo estaba pasando tan bien, con muchas ganas ya de fiesta en el cuerpo, que cuando comenzaron a salir sobre el escenario los setenta artistas, entre bailarines, músicos y cantantes, para despedirse, la sensación era de que nadie quería que ya se acabara. Por eso en un momento determinado pareció que supo a poco. Pudiera ser, pero un 'poco' con mucha alegría y tremendamente entrañable.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN
