Una banda integrada por unas quince personas se dedicaba a elegir aquellas localidades, tanto de la provincia de Sevilla como de otras andaluzas, en las que se celebraban las fiestas patronales, acudían a las mismas y aprovechaban la ausencia de los moradores de sus viviendas para perpetrar robos, en busca habitualmente joyas, armas y dinero en efectivo.
Agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Sevilla han desarticulado a esta banda en el marco de la Operación Day, por la comisión de robos con fuerza en viviendas, según ha informado este Cuerpo en una nota de prensa.
La Guardia Civil ha conseguido detener a los miembros de esta banda tras siete meses de investigación, comprobando que ésta se encontraba perfectamente estructurada y dividida en dos ramas bien diferenciadas; una de ellas estaba formada por diez personas, que eran los brazos ejecutores de los delitos, mientras que la otra, integrada por cinco personas, se encontraban vinculadas a un establecimiento de compro oro en la localidad de Alcalá de Guadaíra; en este último caso, tanto el propietario como los empleados se hallaban plenamente involucrados en la receptación de joyas sustraídas para su posterior fundición.
La forma de actuar de esta organización siempre era similar. Cuatro o cinco miembros se trasladaban a bordo de un vehículo hasta una localidad previamente elegida, buscando que los moradores se encontrasen ausentes celebrando las fiestas patronales. Una vez en el lugar, recorrían e inspeccionaban a bordo de un vehículo el exterior de urbanizaciones y viviendas ubicadas en la población, verificando si disponían o no de sistemas de alarma y puertas de seguridad.
En el momento en que la noche caía, el conductor del vehículo en el que se habían trasladado, dejaba al resto de los componentes en la carretera, a varios kilómetros de distancia de las viviendas a desvalijar. Éstos se cambiaban enrtonces de ropa, aprovechando la oscuridad, usando prendas de camuflaje para desplazarse campo a través hasta las viviendas, evitando de esta forma ser vistos.
Al llegar a los domicilios, uno o dos miembros del grupo, expertos en cerrajería, inutilizaban los sistemas de seguridad y violentaban con gran profesionalidad los accesos a la misma. Así, en cuestión de escasos minutos registraban el domicilio y se hacían con el botín, principalmente joyas, armeros y dinero en efectivo. En algunos de los asaltos llegaron a entrar hasta en cinco viviendas en una misma noche.
Una vez perpetrado estos hechos, el conductor del vehículo procedía a trasladarse a un punto de reunión, para recoger al resto de los miembros. Estos volvían a cambiarse de ropa para no llamar la atención si agentes de los Cuerpos de Seguridad los paraban en un control. La ropa, junto a los objetos robados, los ocultaban en la cuneta y lugares próximos a la carretera con idea de ir al día siguiente a recogerlos.
La base, un piso en Carmona
La Guardia Civil constata tras la investigación que esta organización tenía como base de partida y lugar de reuniones una vivienda perteneciente al jefe del grupo, situada en la localidad de Carmona, donde disponían de un pequeño taller en el que, además de guardar herramientas usadas para cometer los robos, también llegaron a llevar cajas fuertes sustraídas; para abrirlas usaban una lanza térmica y una radial, según llegó a comprobar la Guardia Civil.
La Operación Day ha culminado con la incautación de numerosas joyas, dinero, armas y efectos relacionados con actividades ilícitas, así como de más de 300 kg de marihuana que el jefe de la banda tenía en su domicilio. La Guardia Civil imputa a esta grupo organizado un total de 40 robos con fuerza en las cosas, así como delitos de tenencia ilícita de armas, contra la salud pública y organización criminal.

Agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Sevilla han desarticulado a esta banda en el marco de la Operación Day, por la comisión de robos con fuerza en viviendas, según ha informado este Cuerpo en una nota de prensa.
La Guardia Civil ha conseguido detener a los miembros de esta banda tras siete meses de investigación, comprobando que ésta se encontraba perfectamente estructurada y dividida en dos ramas bien diferenciadas; una de ellas estaba formada por diez personas, que eran los brazos ejecutores de los delitos, mientras que la otra, integrada por cinco personas, se encontraban vinculadas a un establecimiento de compro oro en la localidad de Alcalá de Guadaíra; en este último caso, tanto el propietario como los empleados se hallaban plenamente involucrados en la receptación de joyas sustraídas para su posterior fundición.
La forma de actuar de esta organización siempre era similar. Cuatro o cinco miembros se trasladaban a bordo de un vehículo hasta una localidad previamente elegida, buscando que los moradores se encontrasen ausentes celebrando las fiestas patronales. Una vez en el lugar, recorrían e inspeccionaban a bordo de un vehículo el exterior de urbanizaciones y viviendas ubicadas en la población, verificando si disponían o no de sistemas de alarma y puertas de seguridad.
En el momento en que la noche caía, el conductor del vehículo en el que se habían trasladado, dejaba al resto de los componentes en la carretera, a varios kilómetros de distancia de las viviendas a desvalijar. Éstos se cambiaban enrtonces de ropa, aprovechando la oscuridad, usando prendas de camuflaje para desplazarse campo a través hasta las viviendas, evitando de esta forma ser vistos.
Al llegar a los domicilios, uno o dos miembros del grupo, expertos en cerrajería, inutilizaban los sistemas de seguridad y violentaban con gran profesionalidad los accesos a la misma. Así, en cuestión de escasos minutos registraban el domicilio y se hacían con el botín, principalmente joyas, armeros y dinero en efectivo. En algunos de los asaltos llegaron a entrar hasta en cinco viviendas en una misma noche.
Una vez perpetrado estos hechos, el conductor del vehículo procedía a trasladarse a un punto de reunión, para recoger al resto de los miembros. Estos volvían a cambiarse de ropa para no llamar la atención si agentes de los Cuerpos de Seguridad los paraban en un control. La ropa, junto a los objetos robados, los ocultaban en la cuneta y lugares próximos a la carretera con idea de ir al día siguiente a recogerlos.
La base, un piso en Carmona
La Guardia Civil constata tras la investigación que esta organización tenía como base de partida y lugar de reuniones una vivienda perteneciente al jefe del grupo, situada en la localidad de Carmona, donde disponían de un pequeño taller en el que, además de guardar herramientas usadas para cometer los robos, también llegaron a llevar cajas fuertes sustraídas; para abrirlas usaban una lanza térmica y una radial, según llegó a comprobar la Guardia Civil.
La Operación Day ha culminado con la incautación de numerosas joyas, dinero, armas y efectos relacionados con actividades ilícitas, así como de más de 300 kg de marihuana que el jefe de la banda tenía en su domicilio. La Guardia Civil imputa a esta grupo organizado un total de 40 robos con fuerza en las cosas, así como delitos de tenencia ilícita de armas, contra la salud pública y organización criminal.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN