Los alumnos y alumnas y sus monitoras de la Escuela de Verano de la Delegación de Bienestar Social forman ya casi una familia. Han convivido desde finales de junio y hasta este 5 de septiembre en un entorno en el que se busca para ellos y ellas un ambiente especial, en el que jueguen, bailen o pinten, y con una sola finalidad: que se diviertan y, especialmente, que sean felices.
Y los rostros que mostraban todos ellos en la mañana de este jueves así lo denotaba claramente. Sus demostraciones de cariño pueden ser distintas, unas más efusivas y otras menos, pero son sinceras, y en medio de una jornada especial, en la que en algunos casos se hicieron acompañar por sus padres o algunos de sus familiares, se vio con claridad que así era.
Hoy se ponía fin a la Escuela de Verano para niños y niñas con discapacidades psíquicas que la Delegación de Bienestar Social viene organizando desde hace ya trece años, y, como siempre, se buscaron una serie de actividades especiales para que sirviera de fiesta de despedida. Un variado desayuno, en el que no faltaron los zumos y productos tanto dulces como salados, y una sesión muy esperada por todos que consistía en ver en una pantalla las imágenes realizadas durante este verano y en la que se reflejaban momentos muy entrañables.
Al frente de todos ellos, sus dos monitoras, Sonia Muriano y Gracia Núñez, junto con la cuidadora y educadora social, que son las que se han encargado de sacarlos casi a diario a pasear por el Parque de la Alquería, y de enseñarles a realizar manualidades, a colorear con los dedos y, especialmente, a bailar, sin duda una de las actividades favoritas de todos ellos.
A partir de ahora, este grupo, integrado por una quincena de niños y niñas con edades que oscilan entre 6 y los 25 años, volverán a sus escuelas, donde continuarán con sus enseñanzas y, seguramente, soñando con volver el próximo verano a esta singular aula rodeada de decoraciones realizadas en muchos casos por ellos mismos.
La delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento nazareno, Lourdes López, que se sumó este jueves durante unos instantes a esta pequeña fiesta de despedida, valoraba de forma positiva "una vez más" el papel que desempeña esta Escuela, y llegaba a asegurar su continuidad para próximos años. "Si es necesario, se recorta de otras partidas de la Delegación, pero esta Escuela la seguiremos manteniendo, porque tanto los alumnos como sus padres, a los que ayudamos a conciliar su vida familiar y profesional, lo agradecen y lo demandan".
Clausura de otras escuelas
Por otra parte, el pasado 22 de agosto se celebró la clausura de la Escuela de Verano que también organiza la Delegación de Bienestar Social y que, en esta ocasión, se dirige a niños y niñas, con edades entre los 3 y los 12 años, cuyas familias se encuentran en riesgo de exclusión social, y con la que se pretende que mantengan durante este tiempo de vacaciones la continuidad de su aprendizaje.
La fiesta, mucho más multitudinaria ya que eran algo más de 200 los niños inscritos en esta Escuela, se celebró en el Pabellón de los Deportes (Velódromo), donde, como en otras ediciones, se organizaron distintas actividades lúdicas y se pudo participar de una fiesta en la que no faltaron tampoco los juegos, las canciones y los bailes; todo, además, observado por muchos de sus padres o familiares.
Los colegios en los que los niños y niñas han realizado las distintas actividades han sido Los Montecillos, Fernán Caballero y San Fernando (este último en Fuente del Rey), aunque a lo largo de estos meses de julio y agosto también han realizado visitas a piscinas municipales, actividades deportivas y excursiones, además de talleres de baile, teatro, reciclaje, relajación y coeducación.

Y los rostros que mostraban todos ellos en la mañana de este jueves así lo denotaba claramente. Sus demostraciones de cariño pueden ser distintas, unas más efusivas y otras menos, pero son sinceras, y en medio de una jornada especial, en la que en algunos casos se hicieron acompañar por sus padres o algunos de sus familiares, se vio con claridad que así era.
Hoy se ponía fin a la Escuela de Verano para niños y niñas con discapacidades psíquicas que la Delegación de Bienestar Social viene organizando desde hace ya trece años, y, como siempre, se buscaron una serie de actividades especiales para que sirviera de fiesta de despedida. Un variado desayuno, en el que no faltaron los zumos y productos tanto dulces como salados, y una sesión muy esperada por todos que consistía en ver en una pantalla las imágenes realizadas durante este verano y en la que se reflejaban momentos muy entrañables.
Al frente de todos ellos, sus dos monitoras, Sonia Muriano y Gracia Núñez, junto con la cuidadora y educadora social, que son las que se han encargado de sacarlos casi a diario a pasear por el Parque de la Alquería, y de enseñarles a realizar manualidades, a colorear con los dedos y, especialmente, a bailar, sin duda una de las actividades favoritas de todos ellos.
A partir de ahora, este grupo, integrado por una quincena de niños y niñas con edades que oscilan entre 6 y los 25 años, volverán a sus escuelas, donde continuarán con sus enseñanzas y, seguramente, soñando con volver el próximo verano a esta singular aula rodeada de decoraciones realizadas en muchos casos por ellos mismos.
La delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento nazareno, Lourdes López, que se sumó este jueves durante unos instantes a esta pequeña fiesta de despedida, valoraba de forma positiva "una vez más" el papel que desempeña esta Escuela, y llegaba a asegurar su continuidad para próximos años. "Si es necesario, se recorta de otras partidas de la Delegación, pero esta Escuela la seguiremos manteniendo, porque tanto los alumnos como sus padres, a los que ayudamos a conciliar su vida familiar y profesional, lo agradecen y lo demandan".
Clausura de otras escuelas

Por otra parte, el pasado 22 de agosto se celebró la clausura de la Escuela de Verano que también organiza la Delegación de Bienestar Social y que, en esta ocasión, se dirige a niños y niñas, con edades entre los 3 y los 12 años, cuyas familias se encuentran en riesgo de exclusión social, y con la que se pretende que mantengan durante este tiempo de vacaciones la continuidad de su aprendizaje.
La fiesta, mucho más multitudinaria ya que eran algo más de 200 los niños inscritos en esta Escuela, se celebró en el Pabellón de los Deportes (Velódromo), donde, como en otras ediciones, se organizaron distintas actividades lúdicas y se pudo participar de una fiesta en la que no faltaron tampoco los juegos, las canciones y los bailes; todo, además, observado por muchos de sus padres o familiares.
Los colegios en los que los niños y niñas han realizado las distintas actividades han sido Los Montecillos, Fernán Caballero y San Fernando (este último en Fuente del Rey), aunque a lo largo de estos meses de julio y agosto también han realizado visitas a piscinas municipales, actividades deportivas y excursiones, además de talleres de baile, teatro, reciclaje, relajación y coeducación.
F. G. CH. / REDACCIÓN