Una mujer, que reside en régimen de alquiler en una vivienda situada en la calle Bécquer de Dos Hermanas, ha emprendido una lucha judicial contra el propietario del piso en el que habita en régimen de alquiler, al que acusa de haberla estafado, y ha pedido asimismo al Juzgado que ordene a Emasesa que le restablezca el suministro de agua, del que carece desde hace cuatro meses.
Sabe que lo tiene muy difícil, pero I. A. L., de 33 años de edad y de nacionalidad rumana, está dispuesta a llegar hasta donde haga falta con tal de que le reconozcan el derecho a una vivienda digna, lo que incluiría el suministro de agua y de luz, de los que carece desde hace varios meses, en una vulneración de sus derechos como ciudadana y contra el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como de resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en las que se reconoce el derecho humano al agua potable y al saneamiento.
La historia que ha desembocado en una denuncia ante el Juzgado de Guardia de Dos Hermanas, presentada el pasado 11 de agosto, y a una ampliación de la misma con fecha 9 de septiembre, se inició a raíz del acuerdo verbal que la denunciante alcanzó con el arrendador de la citada vivienda, J. F. M. F., que, según se refleja en la denuncia presentada ante el Juzgado, es administrador solidario de distintas empresas con sedes en Dos Hermanas y Sevilla.
"Yo vivo en Dos Hermanas desde hace ocho años. He trabajado como limpiadora, aunque ahora me encuentro parada. Cuando acordé el alquiler el piso, fijamos un precio de 250 euros, que debía pagar a un cobrador que se pasaría cada mes, al tiempo que me indicaron que el agua iba incluida en la comunidad. Pero esta persona en ningún momento me llegó a presentar un contrato de alquiler, por lo que el acuerdo fue verbal", relata la denunciante.
A los dos meses de vivir en este piso, Emasesa, "sin previo aviso", le cortó el suministro de agua, y poco después le ocurrió lo mismo con la luz, poniéndose en contacto con el arrendador, e indicándole éste -según consta en la denuncia- que ella misma se pusiera en contacto con Emasesa y Endesa para tratar de solucionar esta cuestión.
Cuatro meses sin pagar los recibos
A partir de ahí, la denunciante asegura que ha intentado abonar la factura de la luz que le ha llegado, e incluso darse de alta en Endesa, sin que hasta la presentación de la denuncia pudiera conseguirlo. Esta persona, ante esta circunstancia, comenzó a dejar de pagar los recibos mensuales del alquiler, y que hasta ahora corresponden a los meses de junio, julio, agosto y septiembre.
Igualmente, asegura que ha acudido en diversas ocasiones a Emasesa, llegando a entrevistarse con el responsable del área territorial en Dos Hermanas, con el fin de explicarle los motivos, presentándole la denuncia interpuesta ante el Juzgado y haciéndole ver los problemas por los que atravesaba al no poder disponer de agua, a lo que -según consta en la denuncia- éste le contestó indicándole que no se le reanudaría el suministro hasta que mediara una resolución judicial o aportara la fotocopia del DNI del arrendatario y el contrato de alquiler.
Asesorada por el Punto Vivienda del 15M en Dos Hermanas, intentó hacer valer sus derechos tanto al uso del inmueble, además de la presunta estafa de la que había sido objeto, apelando incluso al Derecho al agua potable, ante lo que Emasesa le solicitó un escrito en el que debía explicara y acreditara estos hechos, incluso aportando un certificado judicial de que no era una 'okupa', con el fin de resolver en el plazo de 15 días.
"El caso es que llevo ya varios meses sin agua ni luz en mi piso, lo que me ha llevado a tener que acudir en dos ocasiones con crisis de ansiedad al servicio de Urgencias del Hospital San Hilario. Pero es que así no puedo vivir. Entre unos y otros me están haciendo la vida imposible, y ya no sé qué hacer, la verdad", ha relatado a este Diario Digital la denunciante, que ha asegurado que va a seguir luchando el tiempo que sea necesario.
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| Número 3 de la calle Bécquer, en uno de cuyos pisos vive la denunciante en régimen de alquiler. |
Sabe que lo tiene muy difícil, pero I. A. L., de 33 años de edad y de nacionalidad rumana, está dispuesta a llegar hasta donde haga falta con tal de que le reconozcan el derecho a una vivienda digna, lo que incluiría el suministro de agua y de luz, de los que carece desde hace varios meses, en una vulneración de sus derechos como ciudadana y contra el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como de resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en las que se reconoce el derecho humano al agua potable y al saneamiento.
La historia que ha desembocado en una denuncia ante el Juzgado de Guardia de Dos Hermanas, presentada el pasado 11 de agosto, y a una ampliación de la misma con fecha 9 de septiembre, se inició a raíz del acuerdo verbal que la denunciante alcanzó con el arrendador de la citada vivienda, J. F. M. F., que, según se refleja en la denuncia presentada ante el Juzgado, es administrador solidario de distintas empresas con sedes en Dos Hermanas y Sevilla.
"Yo vivo en Dos Hermanas desde hace ocho años. He trabajado como limpiadora, aunque ahora me encuentro parada. Cuando acordé el alquiler el piso, fijamos un precio de 250 euros, que debía pagar a un cobrador que se pasaría cada mes, al tiempo que me indicaron que el agua iba incluida en la comunidad. Pero esta persona en ningún momento me llegó a presentar un contrato de alquiler, por lo que el acuerdo fue verbal", relata la denunciante.
A los dos meses de vivir en este piso, Emasesa, "sin previo aviso", le cortó el suministro de agua, y poco después le ocurrió lo mismo con la luz, poniéndose en contacto con el arrendador, e indicándole éste -según consta en la denuncia- que ella misma se pusiera en contacto con Emasesa y Endesa para tratar de solucionar esta cuestión.
Cuatro meses sin pagar los recibos
A partir de ahí, la denunciante asegura que ha intentado abonar la factura de la luz que le ha llegado, e incluso darse de alta en Endesa, sin que hasta la presentación de la denuncia pudiera conseguirlo. Esta persona, ante esta circunstancia, comenzó a dejar de pagar los recibos mensuales del alquiler, y que hasta ahora corresponden a los meses de junio, julio, agosto y septiembre.
Igualmente, asegura que ha acudido en diversas ocasiones a Emasesa, llegando a entrevistarse con el responsable del área territorial en Dos Hermanas, con el fin de explicarle los motivos, presentándole la denuncia interpuesta ante el Juzgado y haciéndole ver los problemas por los que atravesaba al no poder disponer de agua, a lo que -según consta en la denuncia- éste le contestó indicándole que no se le reanudaría el suministro hasta que mediara una resolución judicial o aportara la fotocopia del DNI del arrendatario y el contrato de alquiler.
Asesorada por el Punto Vivienda del 15M en Dos Hermanas, intentó hacer valer sus derechos tanto al uso del inmueble, además de la presunta estafa de la que había sido objeto, apelando incluso al Derecho al agua potable, ante lo que Emasesa le solicitó un escrito en el que debía explicara y acreditara estos hechos, incluso aportando un certificado judicial de que no era una 'okupa', con el fin de resolver en el plazo de 15 días.
"El caso es que llevo ya varios meses sin agua ni luz en mi piso, lo que me ha llevado a tener que acudir en dos ocasiones con crisis de ansiedad al servicio de Urgencias del Hospital San Hilario. Pero es que así no puedo vivir. Entre unos y otros me están haciendo la vida imposible, y ya no sé qué hacer, la verdad", ha relatado a este Diario Digital la denunciante, que ha asegurado que va a seguir luchando el tiempo que sea necesario.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN
