Antonio Díaz Moreno está viviendo sus últimos instantes como hermano mayor de la Amargura de Dos Hermanas, cargo al que llegó hace ahora ocho años y que dejará ya de forma efectiva a partir del momento en el que, este mismo domingo, día 4, se celebren nuevas elecciones. Y, a modo de balance, afirma que, pese a las dificultades de estos últimos años, piensa que puede marcharse con la satisfacción del trabajo bien hecho.
- ¿Por qué se hizo hermano de la Amargura?
- Pues es curioso, porque mi familia, que se crió en el Ave María, era más de la Vera-Cruz, pero como estuve viviendo un tiempo en la calle Cabo Noval, desde chico veía pasar por allí cerca a La Amargura y a partir de entonces, mientras que todos mis amigos nada más que hablaban de Vera-Cruz, yo decidí hacerme hermano de la Amargura. Y hasta hoy.
- Por lo años que lleva en la misma, y asumiendo responsabilidades dentro de la Junta de Gobierno, está claro que su compromiso con la Hermandad ha sido muy fuerte.
- Es evidente. A partir de que tuve la edad, cuando entré en la Junta de Gobierno con Pepe Plaza, ya comencé a participar directamente en ella, que fue cuando la Hermandad comenzó a cambiar poco a poco. Fue por entonces cuando entramos una serie de hermanos jóvenes.
- ¿Y cómo llegó el momento de llegar a ser hermano mayor?
- La verdad, y debido a los cargos que fui ocupando en la Junta de Gobierno, fue algo que en alguna ocasión llegar a pensar, y, cando llegó el momento, con el beneplácito claro de mi familia, decidí presentarme. Entré en 2007 después de unas elecciones y he cumplido ahora ocho años como hermano mayor.
- ¿En qué ha cambiado la Hermandad en estos ocho años?
- Desde hace ya un tiempo estamos manteniendo una línea, siempre tratando de mejorar y buscando ideas y proyectos nuevos, lo que ha hecho que haya cambiado bastante en varios aspectos, especialmente en la formación hacia los hermanos, en la organización de charlas y coloquios, en el hecho de abrir la Hermandad más hacia Dos Hermanas, en la modernización de su organización, con una secretaría más profesional, y en cuanto al patrimonio, que ha ido aumentando.
- ¿Está satisfecho con este período al frente de la Hermandad?
- La verdad es que han sido años bastante difíciles, especialmente por el tema de la crisis económica, porque las hermandades no hemos estado al margen de ello, lo que nos hizo tener que volcarnos en la Bolsa de Caridad para ayudar tanto a nuestros hermanos como a la feligresía, que estaba bastante necesitada. Pero, al margen de este aspecto, en los últimos cuatro años hemos podido recoger los frutos de los cuatro años anteriores en los que estuvimos trabajando muy duramente. Y la verdad es que, aunque no soy el más indicado para decirlo, sino que deben ser los hermanos, creo que la labor realizada es para estar bastante satisfecho.
- El domingo se celebran nuevas elecciones, y a las mismas solo concurre una candidatura, la del actual teniente de hermano mayor, Alfonso Benítez Parra. ¿Qué puede decir del que será su sustituto?
- Es un hermano que ha dedicado toda su vida a la Hermandad, en la que comenzó desde chiquitito, y que tuvo una época, desde 1995 y hasta 1999, en la que ya fue hermano mayor, pero cuyo cargo no pudo ejercer prácticamente por motivos familiares. A raíz de mi segundo mandato vino ya conmigo de teniente de hermano mayor con la idea, porque tenía la espinita clavada, de volver a ser hermano mayor para ejercer esta función.
- Eso quiere decir que se va tranquilo dejando la hermandad en manos del único candidato a sustituirle.
- La verdad es que sí. A él, y a toda la Junta de Gobierno, les agradezco el trabajo realizado en este último período, ya que han estado siempre a todo, y la verdad es que sé que me puedo ir bastante tranquilo.
- ¿Le queda alguna espinita clavada?
- Siempre queda algo. Mentiría si dijera que todo en este período ha resultado bien, porque siempre hay aspectos, como, a lo mejor, proyectos que no se han podido llevar a cabo finalmente, pero, sin embargo, han surgido otros que sí hemos podido desarrollar.
- ¿De qué se siente más satisfecho?
- No me gustaría diferenciar, pero del Grupo Inicial MARA estamos muy contentos porque se está haciendo un gran trabajo con los niños, con unos monitores que están totalmente volcados. Además, en relación al patrimonio, éste se ha ido aumentando, como es el caso de la restauración del paso que se está llevando a cabo o el de la reliquia de Santa Ángela, y se ha conseguido sanear económicamente la Hermandad, hasta el punto de que, gracias a Dios, no debemos ni un euro a nadie.
- Y a partir de ahora, ¿qué?
- Pues a seguir trabajando por la Hermandad desde otros ámbitos, porque voy a continuar en la Junta de Gobierno, algo que tengo que agradecer al futuro hermano mayor por haber contado conmigo para el cargo de consiliario.

- ¿Por qué se hizo hermano de la Amargura?
- Pues es curioso, porque mi familia, que se crió en el Ave María, era más de la Vera-Cruz, pero como estuve viviendo un tiempo en la calle Cabo Noval, desde chico veía pasar por allí cerca a La Amargura y a partir de entonces, mientras que todos mis amigos nada más que hablaban de Vera-Cruz, yo decidí hacerme hermano de la Amargura. Y hasta hoy.
- Por lo años que lleva en la misma, y asumiendo responsabilidades dentro de la Junta de Gobierno, está claro que su compromiso con la Hermandad ha sido muy fuerte.
- Es evidente. A partir de que tuve la edad, cuando entré en la Junta de Gobierno con Pepe Plaza, ya comencé a participar directamente en ella, que fue cuando la Hermandad comenzó a cambiar poco a poco. Fue por entonces cuando entramos una serie de hermanos jóvenes.
- ¿Y cómo llegó el momento de llegar a ser hermano mayor?
- La verdad, y debido a los cargos que fui ocupando en la Junta de Gobierno, fue algo que en alguna ocasión llegar a pensar, y, cando llegó el momento, con el beneplácito claro de mi familia, decidí presentarme. Entré en 2007 después de unas elecciones y he cumplido ahora ocho años como hermano mayor.
- ¿En qué ha cambiado la Hermandad en estos ocho años?
- Desde hace ya un tiempo estamos manteniendo una línea, siempre tratando de mejorar y buscando ideas y proyectos nuevos, lo que ha hecho que haya cambiado bastante en varios aspectos, especialmente en la formación hacia los hermanos, en la organización de charlas y coloquios, en el hecho de abrir la Hermandad más hacia Dos Hermanas, en la modernización de su organización, con una secretaría más profesional, y en cuanto al patrimonio, que ha ido aumentando.
- ¿Está satisfecho con este período al frente de la Hermandad?
- La verdad es que han sido años bastante difíciles, especialmente por el tema de la crisis económica, porque las hermandades no hemos estado al margen de ello, lo que nos hizo tener que volcarnos en la Bolsa de Caridad para ayudar tanto a nuestros hermanos como a la feligresía, que estaba bastante necesitada. Pero, al margen de este aspecto, en los últimos cuatro años hemos podido recoger los frutos de los cuatro años anteriores en los que estuvimos trabajando muy duramente. Y la verdad es que, aunque no soy el más indicado para decirlo, sino que deben ser los hermanos, creo que la labor realizada es para estar bastante satisfecho.
- El domingo se celebran nuevas elecciones, y a las mismas solo concurre una candidatura, la del actual teniente de hermano mayor, Alfonso Benítez Parra. ¿Qué puede decir del que será su sustituto?
- Es un hermano que ha dedicado toda su vida a la Hermandad, en la que comenzó desde chiquitito, y que tuvo una época, desde 1995 y hasta 1999, en la que ya fue hermano mayor, pero cuyo cargo no pudo ejercer prácticamente por motivos familiares. A raíz de mi segundo mandato vino ya conmigo de teniente de hermano mayor con la idea, porque tenía la espinita clavada, de volver a ser hermano mayor para ejercer esta función.
- Eso quiere decir que se va tranquilo dejando la hermandad en manos del único candidato a sustituirle.
- La verdad es que sí. A él, y a toda la Junta de Gobierno, les agradezco el trabajo realizado en este último período, ya que han estado siempre a todo, y la verdad es que sé que me puedo ir bastante tranquilo.
- ¿Le queda alguna espinita clavada?
- Siempre queda algo. Mentiría si dijera que todo en este período ha resultado bien, porque siempre hay aspectos, como, a lo mejor, proyectos que no se han podido llevar a cabo finalmente, pero, sin embargo, han surgido otros que sí hemos podido desarrollar.
- ¿De qué se siente más satisfecho?
- No me gustaría diferenciar, pero del Grupo Inicial MARA estamos muy contentos porque se está haciendo un gran trabajo con los niños, con unos monitores que están totalmente volcados. Además, en relación al patrimonio, éste se ha ido aumentando, como es el caso de la restauración del paso que se está llevando a cabo o el de la reliquia de Santa Ángela, y se ha conseguido sanear económicamente la Hermandad, hasta el punto de que, gracias a Dios, no debemos ni un euro a nadie.
- Y a partir de ahora, ¿qué?
- Pues a seguir trabajando por la Hermandad desde otros ámbitos, porque voy a continuar en la Junta de Gobierno, algo que tengo que agradecer al futuro hermano mayor por haber contado conmigo para el cargo de consiliario.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN