José Antonio Cruz Rivas asegura que está viviendo las horas previas al Pregón de la Romería de Valme con nerviosismo, porque considera que es una gran responsabilidad anunciar esta celebración a todos los nazarenos y nazarenas, pero también con una gran ilusión. Y ya adelanta que el hecho de ser el director del Coro de la Hermandad ha hecho que el Pregón cuente "con una carga musical muy importante".
José Antonio Cruz, de 33 años de edad, ingresó en el Coro de la Hermandad en el año 1999 y en el 2002, cuando contaba con 20 años de edad, fue nombrado ya director, cargo que sigue ostentando en la actualidad. Este domingo, día 11 de octubre, tras la Solemne Función Principal de Instituto en honor a la Virgen de Valme, sobre las 12:30 horas se subirá al atril de la Parroquia de Santa María Magdalena para pronunciar el XLIII Pregón de Valme, siendo presentado por su esposa, Rocío Rodríguez Rueda.
- ¿Cuándo comenzaste a elaborar el pregón?
- Justo poco después de ver el paso de la Asunción de San Sebastián, el pasado 15 de agosto, porque de pronto me vino la inspiración gracias al olor de los nardos. A partir de ahí, no tardé mucho en escribirlo, porque una vez que ya encontré la idea, tuve muy claro lo que tenía que hacer. Lo que no sé es si me va a costar o no expresarlo.
- ¿Eres una persona que escribe habitualmente?
- La verdad es que no. Yo no soy compositor de letras. He compuesto algunas, dedicada a la Virgen de Valme, o alguna Salve, pero no soy aficionado a escribir; todo lo contrario, porque soy puramente de ciencias.
- ¿Y qué tipo de pregón escucharemos este domingo?
- Va a seguir las líneas clásicas de los pregones; es decir, mezclando prosa y verso, y lo que me ha sorprendido es que al final hay demasiado verso, cuando yo pensaba que iba a ser al revés. Pero, como digo, es muy clásico, aunque, eso sí, hay una carga musical muy grande en el pregón, que es lo que creo que se espera de mí.
- Cuando te refieres a la 'carga musical', ¿quiere decir que puedes cantar algo?
- Ya me lo han preguntado en varias ocasiones, y yo siempre contesto que yo soy director de coro, y aunque cante además con unos amigos, con lo que tengo un grupo que se llama 'Guajira', he dirigido el pregón más como director de coro, porque, para mí, ha sido la base fundamental de mi Valme.
- ¿Te acompaña entonces el coro?
- Va a estar, seguro.
- Es de imaginar que la Virgen de Valme será el eje central del pregón, ¿pero pensaste en alguien más cuando lo elaborabas?
- Sobre todo, en Ella, porque es la que me iba diciendo lo que tenía que expresar. Pero, además, como mi Valme es tan extenso y está vinculado con tanta gente, con mi familia, con mis amigos y mi coro, pues también todas ellas tendrán su protagonismo.
- ¿Desde cuándo comenzaste a vincularte con la Hermandad de Valme?
- El Valme lo hemos vivido todos los nazarenos y nazarenas como la fiesta de Dos Hermanas, que fue como lo vivía en casa y como nos lo enseñaron en el colegio. Pero mi vinculación directa comenzó a raíz de entrar en el Coro, en 2003, que fue también cuando comencé a vincularme con la Hermandad y cuando me nombraron director.
- ¿Tu vida se vuelca con el Coro?
- Sí, y algunas veces incluso anteponiendo el Coro a muchas cosas.
- Es una familia, ¿no?
- Totalmente. En el Coro somos treinta personas, treinta hermanos. El Coro lo formamos un grupo de amigos, que luego nos hicimos hermanos, aunque algunos ya lo eran, y lo que hemos conseguido es la protección de Ella hacia nosotros. Es así.
- Y estos días es de imaginar que lo estarás viviendo de una forma muy especial.
- A tope. Me hubiera gustado vivirlo más con el Coro, pero ahora, al ejercer de pregonero, tengo que delegar en muchos momentos en otros compañeros.
- ¿Qué te preocupa más con vistas al día del pregón, el hecho de querer quedar bien ante todas las personas que puedan acudir a escucharte o disfrutar de un día inolvidable?
- En mi caso, disfrutar, estar relajado y tranquilo, cosa que ahora mismo no lo estoy. Creo que a quien le tiene que gustar el pregón es, primero, a mí; y, después, que la gente lo reciba bien, que espero, claro, que así sea.
- Cuando a una persona le proponen un pregón de estas características, especialmente a ti que estás tan vinculado a la Hermandad de Valme, ¿es una especie de culminación de algo?
- Ser pregonero de Valme es algo que no me esperaba nunca. Ni siquiera es algo que hubiera pensado. Pero, claro, el agradecimiento a todos estos años, que fue lo que me explicaron cuando me llamaron para preguntarme si quería ser pregonero de Valme, pues te lo tomas como un premio a la labor realizada en todos estos años, porque, aunque tiene una carga muy grande de responsabilidad, cuenta con el gran privilegio de anunciar la Romería a todos los nazarenos. Pero cuando te refieres a eso de una especie de culminación, pues es algo que me da hasta miedo, porque una de las bases del pregón y de mi vida es 'que este sueño no se acabe'.
- Porque, además, seguro que eres consciente de que a Valme la han pregonado escritores y personalidades muy conocidas, y a partir del domingo tú vas a estar también en esa nómina.
- Pues sí, ahí estaré.
- No se te va a olvidar este año.
- Jamás. No se me olvidó el Viernes de Dolores, que fue cuando me llamaron para comunicarme la noticia, así que imagínate el día del pregón. Imagínate que durante la Semana Santa hasta en los pasos de Semana Santa veía papel rizado.
- ¿Qué es lo que esperas siempre con más deseo cuando llegan los días de la Romería de Valme?
- Yo soy muy amante de las vísperas, incluso más que de la Romería, que, por sí misma, es un punto de partida y de fin. Pero desde agosto y hasta el sábado de Valme, disfruto mucho, porque para mí es el esplendor. Es más, cuando pido las vacaciones en el trabajo, me pido siempre la semana de cultos, porque para mí es lo más grande.
- ¿Háblame de tu presentadora?
- Pues que tenía que ser mi mujer la que me presentara, porque es la que está más vinculada conmigo desde el primer momento en el que yo entré en el Coro. Nos hicimos hermanos a la vez, nos hicimos novios allí..., está claro que eso es algo de Ella. La verdad es que hago una cosa muy bonita en el pregón hacia Rocío. Y aunque yo tenía muy claro que tenía que ser mi presentadora, es que ella también lo tenía, porque cuando le di la noticia, mi miró como esperando mi propuesta.

José Antonio Cruz, de 33 años de edad, ingresó en el Coro de la Hermandad en el año 1999 y en el 2002, cuando contaba con 20 años de edad, fue nombrado ya director, cargo que sigue ostentando en la actualidad. Este domingo, día 11 de octubre, tras la Solemne Función Principal de Instituto en honor a la Virgen de Valme, sobre las 12:30 horas se subirá al atril de la Parroquia de Santa María Magdalena para pronunciar el XLIII Pregón de Valme, siendo presentado por su esposa, Rocío Rodríguez Rueda.
- ¿Cuándo comenzaste a elaborar el pregón?
- Justo poco después de ver el paso de la Asunción de San Sebastián, el pasado 15 de agosto, porque de pronto me vino la inspiración gracias al olor de los nardos. A partir de ahí, no tardé mucho en escribirlo, porque una vez que ya encontré la idea, tuve muy claro lo que tenía que hacer. Lo que no sé es si me va a costar o no expresarlo.
- ¿Eres una persona que escribe habitualmente?
- La verdad es que no. Yo no soy compositor de letras. He compuesto algunas, dedicada a la Virgen de Valme, o alguna Salve, pero no soy aficionado a escribir; todo lo contrario, porque soy puramente de ciencias.
- ¿Y qué tipo de pregón escucharemos este domingo?
- Va a seguir las líneas clásicas de los pregones; es decir, mezclando prosa y verso, y lo que me ha sorprendido es que al final hay demasiado verso, cuando yo pensaba que iba a ser al revés. Pero, como digo, es muy clásico, aunque, eso sí, hay una carga musical muy grande en el pregón, que es lo que creo que se espera de mí.
- Cuando te refieres a la 'carga musical', ¿quiere decir que puedes cantar algo?
- Ya me lo han preguntado en varias ocasiones, y yo siempre contesto que yo soy director de coro, y aunque cante además con unos amigos, con lo que tengo un grupo que se llama 'Guajira', he dirigido el pregón más como director de coro, porque, para mí, ha sido la base fundamental de mi Valme.
- ¿Te acompaña entonces el coro?
- Va a estar, seguro.
- Es de imaginar que la Virgen de Valme será el eje central del pregón, ¿pero pensaste en alguien más cuando lo elaborabas?
- Sobre todo, en Ella, porque es la que me iba diciendo lo que tenía que expresar. Pero, además, como mi Valme es tan extenso y está vinculado con tanta gente, con mi familia, con mis amigos y mi coro, pues también todas ellas tendrán su protagonismo.
- ¿Desde cuándo comenzaste a vincularte con la Hermandad de Valme?
- El Valme lo hemos vivido todos los nazarenos y nazarenas como la fiesta de Dos Hermanas, que fue como lo vivía en casa y como nos lo enseñaron en el colegio. Pero mi vinculación directa comenzó a raíz de entrar en el Coro, en 2003, que fue también cuando comencé a vincularme con la Hermandad y cuando me nombraron director.
- ¿Tu vida se vuelca con el Coro?
- Sí, y algunas veces incluso anteponiendo el Coro a muchas cosas.
- Es una familia, ¿no?
- Totalmente. En el Coro somos treinta personas, treinta hermanos. El Coro lo formamos un grupo de amigos, que luego nos hicimos hermanos, aunque algunos ya lo eran, y lo que hemos conseguido es la protección de Ella hacia nosotros. Es así.
- Y estos días es de imaginar que lo estarás viviendo de una forma muy especial.
- A tope. Me hubiera gustado vivirlo más con el Coro, pero ahora, al ejercer de pregonero, tengo que delegar en muchos momentos en otros compañeros.
- ¿Qué te preocupa más con vistas al día del pregón, el hecho de querer quedar bien ante todas las personas que puedan acudir a escucharte o disfrutar de un día inolvidable?
- En mi caso, disfrutar, estar relajado y tranquilo, cosa que ahora mismo no lo estoy. Creo que a quien le tiene que gustar el pregón es, primero, a mí; y, después, que la gente lo reciba bien, que espero, claro, que así sea.
- Cuando a una persona le proponen un pregón de estas características, especialmente a ti que estás tan vinculado a la Hermandad de Valme, ¿es una especie de culminación de algo?
- Ser pregonero de Valme es algo que no me esperaba nunca. Ni siquiera es algo que hubiera pensado. Pero, claro, el agradecimiento a todos estos años, que fue lo que me explicaron cuando me llamaron para preguntarme si quería ser pregonero de Valme, pues te lo tomas como un premio a la labor realizada en todos estos años, porque, aunque tiene una carga muy grande de responsabilidad, cuenta con el gran privilegio de anunciar la Romería a todos los nazarenos. Pero cuando te refieres a eso de una especie de culminación, pues es algo que me da hasta miedo, porque una de las bases del pregón y de mi vida es 'que este sueño no se acabe'.
- Porque, además, seguro que eres consciente de que a Valme la han pregonado escritores y personalidades muy conocidas, y a partir del domingo tú vas a estar también en esa nómina.
- Pues sí, ahí estaré.
- No se te va a olvidar este año.
- Jamás. No se me olvidó el Viernes de Dolores, que fue cuando me llamaron para comunicarme la noticia, así que imagínate el día del pregón. Imagínate que durante la Semana Santa hasta en los pasos de Semana Santa veía papel rizado.
- ¿Qué es lo que esperas siempre con más deseo cuando llegan los días de la Romería de Valme?
- Yo soy muy amante de las vísperas, incluso más que de la Romería, que, por sí misma, es un punto de partida y de fin. Pero desde agosto y hasta el sábado de Valme, disfruto mucho, porque para mí es el esplendor. Es más, cuando pido las vacaciones en el trabajo, me pido siempre la semana de cultos, porque para mí es lo más grande.
- ¿Háblame de tu presentadora?
- Pues que tenía que ser mi mujer la que me presentara, porque es la que está más vinculada conmigo desde el primer momento en el que yo entré en el Coro. Nos hicimos hermanos a la vez, nos hicimos novios allí..., está claro que eso es algo de Ella. La verdad es que hago una cosa muy bonita en el pregón hacia Rocío. Y aunque yo tenía muy claro que tenía que ser mi presentadora, es que ella también lo tenía, porque cuando le di la noticia, mi miró como esperando mi propuesta.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN