El Ayuntamiento de Dos Hermanas ha declarado día de luto oficial en la ciudad durante toda la jornada de este martes, día 22 de agosto, en memoria de Rocío Cortés Núñez, una de sus vecinas que, el mismo día, recibirá cristiana sepultura en el Cementerio nazareno tras encontrar la muerte de forma trágica en el Hospital Virgen de Valme, donde acaba de dar a luz a una niña.
Y es que el dolor por la muerte de esta joven ha calado hondo en toda la sociedad nazarena, ya que se ha tratado de un hecho dramático por las circunstancias como han ocurrido, y que ya están siendo investigadas por un juzgado de Sevilla capital.
Rocío Cortés era una joven de 25 años de edad que pasaba por un momento de ilusión y esperanza con motivo de la llegada de su tercera hija. Vecina de la Plaza de Sortes, en la Barriada de Los Montecillos, formaba parte de una familia integrada por siete hijos, cuyos padres residen en la actualidad en Málaga capital, y que nada más conocer los hechos se trasladaron hasta Sevilla para estar al lado de toda la familia.
Casada con José Gaspar, era madre ya de dos niñas, de 4 y 5 años, y acababa de dar a luz a su tercera hija poco antes de encontrar la muerte de forma inesperada. Ambos conformaban una familia sencilla, que tiraba para adelante con el sueldo que José gana como camarero en un bar y con los trabajos que de vez en cuando conseguía la propia Rocío, como ocurrió, por ejemplo, durante los meses de diciembre de 2014 a febrero de 2015, cuando estuvo contratada por el Ayuntamiento nazareno dentro del programa 'Empleo@joven'.
Todos cuantos la conocieron se refieren a Rocío como una persona alegre, dinámica y muy amante de su familia. "Era la alegría de su casa", ha declarado estos días su propio Padre, Juan Cortés, y la ilusión por el nuevo embarazo hizo que durante los días previos al parto un grupo de amigas llegaran a reunir algo de dinero para comprarle una canastilla.
Es más, el pasado viernes, día 18, ante la inminencia del parto, Rocío se reunió con todas ellas en la Plazoleta de Sortes, donde vive, para celebrar una pequeña fiesta, a la que cada una llegó con su comida y regalos. Se trata de las mismas amigas que ahora recaudan dinero por su barrio para comprarle flores. Flores de dolor por esta inesperada muerte.
Mientras tanto, su hija recién nacida, que ha recibido el nombre de Triana, se encuentra ingresada en la UCI del Maternal del Virgen del Rocío, a donde fue trasladada tras el parto debido a que se le detectó una cardiopatía congénita, de la que al parecer evoluciona favorablemente.
Y es que el dolor por la muerte de esta joven ha calado hondo en toda la sociedad nazarena, ya que se ha tratado de un hecho dramático por las circunstancias como han ocurrido, y que ya están siendo investigadas por un juzgado de Sevilla capital.
Rocío Cortés era una joven de 25 años de edad que pasaba por un momento de ilusión y esperanza con motivo de la llegada de su tercera hija. Vecina de la Plaza de Sortes, en la Barriada de Los Montecillos, formaba parte de una familia integrada por siete hijos, cuyos padres residen en la actualidad en Málaga capital, y que nada más conocer los hechos se trasladaron hasta Sevilla para estar al lado de toda la familia.
Casada con José Gaspar, era madre ya de dos niñas, de 4 y 5 años, y acababa de dar a luz a su tercera hija poco antes de encontrar la muerte de forma inesperada. Ambos conformaban una familia sencilla, que tiraba para adelante con el sueldo que José gana como camarero en un bar y con los trabajos que de vez en cuando conseguía la propia Rocío, como ocurrió, por ejemplo, durante los meses de diciembre de 2014 a febrero de 2015, cuando estuvo contratada por el Ayuntamiento nazareno dentro del programa 'Empleo@joven'.
Todos cuantos la conocieron se refieren a Rocío como una persona alegre, dinámica y muy amante de su familia. "Era la alegría de su casa", ha declarado estos días su propio Padre, Juan Cortés, y la ilusión por el nuevo embarazo hizo que durante los días previos al parto un grupo de amigas llegaran a reunir algo de dinero para comprarle una canastilla.
Es más, el pasado viernes, día 18, ante la inminencia del parto, Rocío se reunió con todas ellas en la Plazoleta de Sortes, donde vive, para celebrar una pequeña fiesta, a la que cada una llegó con su comida y regalos. Se trata de las mismas amigas que ahora recaudan dinero por su barrio para comprarle flores. Flores de dolor por esta inesperada muerte.
Mientras tanto, su hija recién nacida, que ha recibido el nombre de Triana, se encuentra ingresada en la UCI del Maternal del Virgen del Rocío, a donde fue trasladada tras el parto debido a que se le detectó una cardiopatía congénita, de la que al parecer evoluciona favorablemente.
F. G. / REDACCIÓN
