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Dos Hermanas vive un día histórico con la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad a la Hdad. de Santa Ana

Un momento histórico, sin duda. De esos que quedan guardados en la memoria de una ciudad y de sus vecinos. Ese fue el sentimiento unánime que todos cuantos acudieron anoche al Teatro Municipal se llevaron tras asistir al momento de la entrega oficial por parte del Ayuntamiento de Dos Hermanas a la Hermandad de Santa Ana de la Medalla de Oro de la ciudad, la más alta distinción de este municipio.


Todo ha sucedido tan rápido desde que la Hermandad de Santa Ana solicitó a un recién llegado a la Alcaldía nazarena, que pudiera parecer que se trataba de algún trámite más de los que oficialmente se pudieran generar desde el Ayuntamiento nazareno. Pero es que ese día, de hace ahora prácticamente un año, en el que se reunieron el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, y la hermana mayor de Santa Ana, Eva María Ramírez, fue tan de justicia lo que por ésta se solicitó, que no había que dejar pasar mucho tiempo más, y, entre otros motivos, por cumplirse en este 2023 quinientos años de la fundación de la Hermandad de Santa Ana en Dos Hermanas. Todo era propicio. Todo era de justicia, como coincidieron en remarcar anoche desde el escenario del Teatro Municipal tanto el regidor nazareno como la hermana mayor. Y como todos, finalmente, respaldaron.

Anoche no sólo se vivió un día histórico en Dos Hermanas, sino un día grande en el Teatro Municipal Juan Rodríguez Romero, que se llenó hasta la bandera para vivir en primera persona este acontecimiento. Por supuesto, además del alcalde y de la hermana mayor de Santa Ana, allí estaba la Corporación municipal y la de la Patrona al completo, y, junto a ellos, el Consejo de Hermandades y Cofradías, los hermanos mayores de todas las hermandades nazarenas, la totalidad de los párrocos nazarenos, con don Manuel Sánchez de Heredia a la cabeza, los responsables de las fuerzas de seguridad en la ciudad, y, con todos, los representantes de las más importantes asociaciones y colectivos nazarenos, dejando seguramente su aforo totalmente pequeño.

Justo antes de que empezara el acto, sobre el fondo del escenario se situó la sección de viento y metal de la Banda de Música Santa Ana de Dos Hermanas, integrada por una docena de músicos, que inició la oficialidad del acto interpretando la marcha ‘A Santa Ana’ que compusiera el insigne Fulgencio Morón. Una sección que completó además toda la banda sonora de la película que se iba a desarrollar a continuación, y que contó con la presentación y dirección de Francisco Muriel, una persona muy vinculada a la vida cofrade y religiosa de la ciudad, y gran orador.

Él fue quien recordó a todos que se estaba en dicho acto para asistir al acto oficial de entrega por parte del Ayuntamiento de Dos Hermanas de la Medalla de Oro de la Ciudad a la Hermandad de Santa Ana, hecho que quiso condensar en dos palabras: “Gracias” y “Enhorabuena”. “Gracias”, dijo, “a todos los que han hecho posible que hoy estemos aquí para esta entrega”, extendiéndolas de forma especial a la Corporación Municipal “que lo ha puesto tan fácil”. “Y enhorabuena” porque “hoy es un día de todos nosotros, de enhorabuena y de fiesta para Dos Hermanas”, porque era verdad que se acudía a la entrega de una medalla, pero con la que “todos nos vamos a engarzar con el metal del oro un sentimiento, un corazón, un latido: el de nuestra querida Dos Hermanas”.

Acto seguido dio paso a la lectura, por parte de Ana Martos García, secretaria de la Hermandad de Santa Ana, del acta del Pleno municipal en la que se aprobó la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad a la Patrona de Dos Hermanas, hecho que sucedía con motivo de la celebración del V Centenario de la aprobación de las Reglas Fundacionales de esta Corporación nazarena, y durante la cual se recordó que la misma se avalaba en una veneración a Santa Ana que se sitúa en el origen mismo de Dos Hermanas, de ahí que una y otro vayan unidas indisolublemente, además de lo que significó el descubrimiento de la talla de Santa Ana por parte de las hermanas Elvira y Estefanía, llegadas a esta tierra tras la toma de Sevilla en 1248 por el Rey San Fernando, surgiendo en torno a ella el nacimiento de una devoción a Santa Ana y, seguidamente, la vida de una ciudad.

Reconocimiento a ex hermanos mayores de Santa Ana


Tras esta lectura, fue el momento en el que, con el alcalde y la hermana mayor ya sobre el escenario del Teatro, se pidió la presencia en el mismo de las figuras de Agustín García Gandullo, de Antonio Gavala López de Soria y de Rafael Moreno Sánchez, ex hermanos mayores de Santa Ana, a los que se les quiso reconocer por el “trabajo callado durante estos años”, y haciéndoles entrega de la distinción conmemorativa del V Centenario de la Hermandad.

Y, ya sin nada más que lo retrasara, se pasó al momento de la entrega por parte del alcalde a la hermana mayor de la Medalla de Oro de la Ciudad, que fue recibido por todo el teatro en pie con un fortísimo y prolongadísimo aplauso, como bendiciendo la causa justa que se acababa de producir.

Eva María Ramírez: “La de Santa Ana es una devoción atemporal”


Ya con la Medalla en su poder, la hermana mayor de Santa Ana tomó la palabra para empezar recordando la aparición de la Santa en una cueva, cómo se levantó en ese lugar una capilla y, junto a ella, se comenzaron a alzarse casas hasta formar una aldea que tomó el nombre de Dos Hermanas en memoria de sus fundadoras, y recogiendo un fragmento que escribió Fernán Caballero en el siglo XIX en el que hablaba precisamente del paso del tiempo en la imagen de San Ana, una “bella imagen que nada ha podido deteriorar, ni la humedad de la tierra, ni el polvo del aire, ni la carcoma del tiempo”.

“Porque el tiempo se duerme en la capilla de Santa Ana”, dijo Eva María Ramírez, “porque su devoción es atemporal, porque las generaciones de nazarenos se han ido sucediendo durante siglos, por hombres y mujeres que vivieron en esta tierra y la amaron. Y Ella ha permanecido desafiando a ese tiempo que se aletarga en su regazo, porque Ella es el origen de lo que somos, hombres y mujeres del presente que miran el pasado con orgullo para dejar el más hermoso de los regalos a los que vendrán en el futuro: el amor a su Patrona, Santa Ana, la vecina más longeva de Dos Hermanas”.

Y a “nuestra bendita Abuela, a nuestra excelsa Patrona” y en honor “de nuestro pueblo”, es a la que sólo unos instantes antes se le concedió “la más alta distinción que otorga el excelentísimo Ayuntamiento de Dos Hermanas”, algo que añadió que “era, al igual que el monumento que ya luce en nuestra calle, una cuestión de justicia, porque nadie más que Ella se merecía tan alta distinción, pues sin Ella no seríamos lo que hoy somos: una gran ciudad que vuelve la vista atrás para hallar sus señas de identidad en una cueva cuya tierra rezuma vida, la vida que nos hizo nazarenos y que todavía fluye generosamente para a quien a Ella se acerca”.

La hermana mayor no quiso dejar pasar su intervención para dar las gracias, no sólo a los que llenaban el Teatro, sino a todo un pueblo y, de forma especial, al Ayuntamiento de Dos Hermanas, “y muy especialmente a nuestro alcalde, porque ha sido él el gran artífice de este momento histórico haciendo suya esta petición que nuestra Hermandad le llevaba cuando apenas hacía unos días que había tomado posesión de su cargo”.

“En él”, continuó, “encontramos, más que la solicitud de un servidor público, la ilusión y el empeño de un nazareno más, que se entusiasma con las cosas de su pueblo y que se emociona con todo lo que le hace revivir sus raíces nazarenas. Gracias, alcalde. Gracias, querido Paco. Esta Medalla también es tuya”. Unas gracias que extendió al Consejo de Hermandad y Cofradías y a todas las hermandades nazarenas “por el apoyo recibido en esta iniciativa”, así como a los párrocos de Dos Hermanas, “y de manera muy especial a nuestro párroco y director espiritual, don Manuel Sánchez de Heredia”, además de a todas las entidades y particulares que se volcaron en la recogida de firmas para apoyar la petición de la Hermandad.

Un reconocimiento que, explicó Eva María Ramírez, no lo pidieron “para alimentar nuestro ego, sino para otorgar el lugar que se merece a la Patrona que nos vio nacer y crecer como lo que hoy somos: un referente para todas las poblaciones de nuestro entorno”, teniendo poco después un particular recuerdo hacia su tío y padrino Juan José Tinoco, que tanto le habló de Santa Ana desde que ella era pequeña.

“En definitiva”, concluyó, “esta Medalla que hoy recibe nuestra Patrona Santa Ana es la de su pueblo, que tan dignamente representado por su alcalde y por toda la Corporación municipal le concede, reconociéndola así como lo que siempre ha sido: el santo y seña del pueblo de Dos Hermanas, la imagen que nada ha podido deteriorar, ni la humedad de la tierra, ni el polvo del aire, ni la carcoma del tiempo”.

Francisco Rodríguez: “Uno de los días más trascendentales de Dos Hermanas”


Fue el alcalde de la ciudad el que tomó a continuación la palabra para empezar asegurando que se estaba viviendo “uno de los días más trascendentales de la historia de Dos Hermanas”, “un honor” merecido a la Patrona, “porque Santa Ana es Dos Hermanas y Dos Hermanas es Santa Ana. Ese es nuestro origen. Y ese es el inicio de todo”.

“Me vais a permitir que os agradezca a todos los que estáis hoy aquí”, añadió, “y a otros muchos que no están, que resalte la importancia de todos cuantos representáis a nuestro pueblo”, porque cada uno y todos juntos en su sector, el deportivo, el económico, el social, el cultural o el educativo, “hacéis que suene la mejor música que se pueda escuchar”, la misma “que construye esta ciudad día a día”.

Francisco Rodríguez resaltó los quinientos años de la Hermandad, “la institución más antigua que existe en nuestra ciudad”, unos siglos durante los cuales había ido guardando “una de nuestras más importantes señas de identidad, que es la que se dio este pueblo como Patrona. Un pueblo en continuo crecimiento y en expansión, que lo hace de manera ordenada y sostenible, pero que sin lugar a dudas se hace posible porque todos y cada uno de vosotros sonáis con la misma armonía. Por lo tanto, mi más sincera felicitación a la Hermandad de Santa Ana y a todos los colectivos que formáis parte de este gran pueblo”.

El alcalde insistió en que la entrega de la Medalla era “merecidísima” y “de justicia”, que extendía “a todas y a todos los que siglo tras siglo han hecho posible que seamos el municipio seguramente que con más fuerza esté creciendo, no sólo en la provincia de Sevilla y Andalucía, sino que yo diría en toda España. Y eso es gracias al empuje, al esfuerzo y al sacrificio de todas y todos. Lo que he tenido el privilegio de vivir hoy es la mayor muestra de amor de todo un pueblo hacia su Patrona”, concluyó.

Galería gráfica del acto










REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: X
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