Alberto Jaime Manzano tenía muy claro que su primera misa, después de ser ordenado sacerdote el pasado 28 de junio en un solemne acto celebrado en la Catedral de Sevilla y oficiado por el arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, debía ser en la Parroquia de La Oliva de Dos Hermanas, templo al que desde pequeño se ha sentido muy vinculado y donde se forjó su vocación sacerdotal.
Y, como no podía ser menos para una persona muy querida en Dos Hermanas y con estrechos vínculos afectivos con los feligreses, sacerdotes, miembros de hermandades y otras corporaciones, la Parroquia de La Oliva se quedó pequeña para acoger este jueves, día 2 de julio, la celebración de la primera misa que iba a oficiar el nuevo cura, que próximamente se incorporará a su primer destino, la Parroquia de Santa María del Alcor.
El acto contó incluso con una ceremoniosa entrada en el templo desde el patio exterior, en la que Alberto Jaime Manzano, que cuenta con 26 años de edad, estuvo arropado por una gran cantidad de sacerdotes, la mayoría de ellos de las parroquias de Dos Hermanas, pero también procedentes de las localidades de Écija, donde ha sido diácono, y el Viso del Alcor, su próximo destino; así como la práctica totalidad de los seminaristas que también fueron ordenados sacerdotes el pasado 28 de junio.
En el interior del templo ya aguardaban con expectación una gran cantidad de personas, entre ellos los padres y familiares del nuevo sacerdote, amigos y representantes de hermandades y corporaciones nazarenas, entre ellos el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio Gavala, y el delegado de Participación Ciudadana, Salud y Consumo, Juan Antonio Vilches, en representación del Ayuntamiento nazareno.
Y, junto a Alberto Jaime Manzano, don Gregorio Sillero, el párroco de La Oliva y seguramente una de las personas que mejor le conoce, ya que ha sido junto a él y en este templo donde este joven encontró y definió su vocación sacerdotal. Por eso se atrevió durante la homilía a resaltar las distintas advocaciones de la Virgen a lo largo de la vida de Alberto Jaime, así como su estrecha vinculación, en concreto, con la Hermandad de Amor y Sacrificio, a la que pertenece desde niño.
Por expreso deseo del nuevo sacerdote, en el altar de este templo fue situada una Cruz, que es una de las más importantes reliquias que conserva la Hermandad de Santa Ana, y que fue cedida por esta Corporación. En este especial ambiente, Alberto Jaime Manzano reflejó su emoción por ese día tan importante en su vida, y especialmente cuando se acordó de sus padres, allí presentes, y de todas aquellas personas que le ayudaron en su camino hacia la Iglesia.
Y, al final, todos los presentes continuaron esta celebración con un agradable ágape que acogió el patio interior del templo, que había sido adornado además con flores y colgantes de papel blancos, y que fue sufragado por las distintas agrupaciones vinculadas a la Parroquia de La Oliva.
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Fotos: Arenillas. |
Y, como no podía ser menos para una persona muy querida en Dos Hermanas y con estrechos vínculos afectivos con los feligreses, sacerdotes, miembros de hermandades y otras corporaciones, la Parroquia de La Oliva se quedó pequeña para acoger este jueves, día 2 de julio, la celebración de la primera misa que iba a oficiar el nuevo cura, que próximamente se incorporará a su primer destino, la Parroquia de Santa María del Alcor.
El acto contó incluso con una ceremoniosa entrada en el templo desde el patio exterior, en la que Alberto Jaime Manzano, que cuenta con 26 años de edad, estuvo arropado por una gran cantidad de sacerdotes, la mayoría de ellos de las parroquias de Dos Hermanas, pero también procedentes de las localidades de Écija, donde ha sido diácono, y el Viso del Alcor, su próximo destino; así como la práctica totalidad de los seminaristas que también fueron ordenados sacerdotes el pasado 28 de junio.

En el interior del templo ya aguardaban con expectación una gran cantidad de personas, entre ellos los padres y familiares del nuevo sacerdote, amigos y representantes de hermandades y corporaciones nazarenas, entre ellos el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio Gavala, y el delegado de Participación Ciudadana, Salud y Consumo, Juan Antonio Vilches, en representación del Ayuntamiento nazareno.

Y, junto a Alberto Jaime Manzano, don Gregorio Sillero, el párroco de La Oliva y seguramente una de las personas que mejor le conoce, ya que ha sido junto a él y en este templo donde este joven encontró y definió su vocación sacerdotal. Por eso se atrevió durante la homilía a resaltar las distintas advocaciones de la Virgen a lo largo de la vida de Alberto Jaime, así como su estrecha vinculación, en concreto, con la Hermandad de Amor y Sacrificio, a la que pertenece desde niño.

Por expreso deseo del nuevo sacerdote, en el altar de este templo fue situada una Cruz, que es una de las más importantes reliquias que conserva la Hermandad de Santa Ana, y que fue cedida por esta Corporación. En este especial ambiente, Alberto Jaime Manzano reflejó su emoción por ese día tan importante en su vida, y especialmente cuando se acordó de sus padres, allí presentes, y de todas aquellas personas que le ayudaron en su camino hacia la Iglesia.
Y, al final, todos los presentes continuaron esta celebración con un agradable ágape que acogió el patio interior del templo, que había sido adornado además con flores y colgantes de papel blancos, y que fue sufragado por las distintas agrupaciones vinculadas a la Parroquia de La Oliva.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN