La suspensión de la Romería de Valme de 2015 se ha tratado de una decisión adoptada por unanimidad por la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora de Valme después de valorar desde primeras horas de la mañana las distintas previsiones meteorológicas de las que se dispusieron, y en las que, en todos los casos, se confirmaban los peores pronósticos en cuanto a la constante presencia de la lluvia.
Nada más concluir la Misa de Romeros, que presidió el vicario parroquial, don Rafael Gutiérrez Fernández, en ausencia del párroco titular, don Manuel Sánchez de Heredia, quien asiste este domingo en el Vaticano a la canonización de Madre María de la Purísima, quien fuera superiora general de la Congregación de las Hermanas de la Cruz de Sevilla; el hermano mayor de Valme, Hugo Santos, se dirigió a los romeros y romeras presentes en el interior de la Parroquia de Santa María Magdalena para indicarles que debido a la lluvia que estaba cayendo, la Junta de Gobierno se iba a retirar para valorar la situación.
Y así fue, hasta que, poco después de una hora, cuando el reloj de la Parroquia marcaba pasados unos minutos las 08:30 horas, y mientras en la calle la lluvia seguía cayendo, el hermano mayor, seguido de su Junta de Gobierno, del vicario parroquial y de autoridades como el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, de los delegados de Fiestas y Movilidad, Rosario Sánchez y Antonio Morán, respectivamente, además del presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio Gavala, se situó junto al atril que se encuentra a los pies del Altar Mayor, y junto a la Virgen de Valme, que lucía el manto de raso blanco bordado en oro y sedas de colores y donado en 2003 por doña Francisca Noguera, para comunicar a todos los presentes que la Romería se suspendía.
"Queridos hermanos y hermanas", comenzó diciendo Hugo Santos, "y buenos días, como es cortesía que se diga, aunque no sea un día precisamente bueno. Como dije en la Misa de Romeros, la Hermandad debía tomar una decisión en vistas a la situación meteorológica que teníamos", añadió, para indicar que la Junta de Gobierno había estado reunida, en presencia también del alcalde y de los tenientes de alcaldes y asistencia técnica, para analizar los partes meteorológicos, que indicaban que la situación empeoraba con respecto a los datos que de los que se disponía en la noche del día anterior.
"El día, por decirlo coloquialmente, está metido en aguas", comentó el hermano mayor, quien señaló que a esas horas el Servicio de Meteorología había decretado la situación de alerta amarilla, y que ésta pasaría incluso a alerta naranja a partir de las doce del mediodía. "Valorando todas estas circunstancias", añadió, "y otras como el hecho de que el cortejo de la Romería lo componen más de cien vehículos, con una gran presencia también de animales, y que la Romería debía tener un lucimiento, que este año no va a ser posible... hemos decidido por unanimidad suspender este año la celebración de la Romería, por lo que pedimos, lógicamente, la comprensión de todos".
Estas palabras fueron respaldadas de inmediato por todos los presentes con un sonoro, unánime y prolongado aplauso, para concluir, visiblemente emocionado y con la poca voz que ya le quedaba, con el grito de "¡Viva la Virgen de Valme!", que fue respondido inmediatamente por todos.

Nada más concluir la Misa de Romeros, que presidió el vicario parroquial, don Rafael Gutiérrez Fernández, en ausencia del párroco titular, don Manuel Sánchez de Heredia, quien asiste este domingo en el Vaticano a la canonización de Madre María de la Purísima, quien fuera superiora general de la Congregación de las Hermanas de la Cruz de Sevilla; el hermano mayor de Valme, Hugo Santos, se dirigió a los romeros y romeras presentes en el interior de la Parroquia de Santa María Magdalena para indicarles que debido a la lluvia que estaba cayendo, la Junta de Gobierno se iba a retirar para valorar la situación.
Y así fue, hasta que, poco después de una hora, cuando el reloj de la Parroquia marcaba pasados unos minutos las 08:30 horas, y mientras en la calle la lluvia seguía cayendo, el hermano mayor, seguido de su Junta de Gobierno, del vicario parroquial y de autoridades como el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, de los delegados de Fiestas y Movilidad, Rosario Sánchez y Antonio Morán, respectivamente, además del presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio Gavala, se situó junto al atril que se encuentra a los pies del Altar Mayor, y junto a la Virgen de Valme, que lucía el manto de raso blanco bordado en oro y sedas de colores y donado en 2003 por doña Francisca Noguera, para comunicar a todos los presentes que la Romería se suspendía.

"Queridos hermanos y hermanas", comenzó diciendo Hugo Santos, "y buenos días, como es cortesía que se diga, aunque no sea un día precisamente bueno. Como dije en la Misa de Romeros, la Hermandad debía tomar una decisión en vistas a la situación meteorológica que teníamos", añadió, para indicar que la Junta de Gobierno había estado reunida, en presencia también del alcalde y de los tenientes de alcaldes y asistencia técnica, para analizar los partes meteorológicos, que indicaban que la situación empeoraba con respecto a los datos que de los que se disponía en la noche del día anterior.
"El día, por decirlo coloquialmente, está metido en aguas", comentó el hermano mayor, quien señaló que a esas horas el Servicio de Meteorología había decretado la situación de alerta amarilla, y que ésta pasaría incluso a alerta naranja a partir de las doce del mediodía. "Valorando todas estas circunstancias", añadió, "y otras como el hecho de que el cortejo de la Romería lo componen más de cien vehículos, con una gran presencia también de animales, y que la Romería debía tener un lucimiento, que este año no va a ser posible... hemos decidido por unanimidad suspender este año la celebración de la Romería, por lo que pedimos, lógicamente, la comprensión de todos".
Estas palabras fueron respaldadas de inmediato por todos los presentes con un sonoro, unánime y prolongado aplauso, para concluir, visiblemente emocionado y con la poca voz que ya le quedaba, con el grito de "¡Viva la Virgen de Valme!", que fue respondido inmediatamente por todos.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN