Ha sido un Pleno curioso, repleto de sorpresas, en el que se han realizado crudas acusaciones, aunque, por momentos, llegó a resultar hasta gracioso. Al menos, el público ha llegado a emitir alguna carcajada como consecuencia de los dimes y diretes lanzados entre unos concejales y otros. Y, mientras tanto, el Gobierno municipal observando con tranquilidad desde la distancia.
Por supuesto, en el Pleno se han abordado cuestiones muy serias, como ha sido el caso de la moción de IULV-CA, a la que se ha adherido el resto de las formaciones hasta convertirla en una moción conjunta, para mostrar, una vez más, el apoyo incuestionable del Ayuntamiento a favor de los trabajadores de Extruperfil, algunos de los cuales siguieron allí mismo el desarrollo de la sesión. El problema en este caso, tal y como resaltó el alcalde, Francisco Toscano, es que la situación ha empeorado bastante en relación a otras ocasiones al faltar, para empezar, la interlocución con la dirección de la empresa.
El primero en provocar una sonrisa entre los presentes fue el portavoz del Grupo Socialista, Agustín Morón, cuando en respuesta a una moción presentada por el grupo Sí Se Puede (Podemos) en relación a los distintos criterios de contratación, se dirigió a esta formación para indicarles que la solución a los mismos la tenían ellos si en Madrid permitían, mediante un pacto, que gobernara el PSOE. Invitación que no se quedó ahí, ya que durante el debate de otra moción presentada por el PP sobre el Impuesto de Sucesiones, volvió a reiterarlo indicándoles a SSP que se pusieran "manos a la obra" para tratar de solucionar esta cuestión.
Algo se mueve en el PP
Pero una de las grandes sorpresas de la sesión plenaria estuvo en el Grupo Popular, ya que por primera vez desde que comenzó el actual mandato no sólo se escuchó la voz de su portavoz, Cristina Alonso, sino también del resto de sus compañeros, bien en respuesta a mociones de otros grupos, bien para presentar algún ruego o pregunta.
No se exagera nada si se hace referencia a las caras de sorpresa que muchos de los presentes pusieron cuando se escuchó al concejal popular Luis Paniagua intervenir en un debate. Y luego a Mari Carmen Espadas, y luego a Luis Gómez. Y es que hasta este viernes la única persona que acaparaba todas las intervenciones fue la citada Cristina Alonso, quien ha mantenido durante todo este tiempo un tremendo pulso con el resto de sus compañeros sobre todo lo que se relacionaba con el trabajo interno de este grupo y las formas de hacer las cosas, mostradas en algunas ocasiones de forma pública y que llegaron incluso al PP de Sevilla, donde las noticias ya comenzaron a inquietar más de lo deseado.
Parece evidente, por tanto, que la gestora creada tras la reciente marcha como presidente del PP nazareno de Manuel Alcocer, al frente de la cual se encuentra Virginia Pérez, la secretaria general de los populares sevillanos, ha venido a poner un poco de cordura en el seno del grupo, hasta el punto de que ya los papeles, para empezar, se van a repartir para transmitir la sensación de normalidad que hasta ahora existía. Otra cosa es la guerra interna que seguirá ahí latente hasta que el congreso local elija al nuevo presidente o presidenta, y, este o esta, a su equipo.
Primera intervención de Estrella Guzmán
De la misma forma, casi nueve meses después también en un pleno municipal se pudo oír la voz de quien encabezó las listas de Sí Se Puede, Estrella Guzmán, quien, peleada con el resto de sus compañeros, mantuvo siempre en estas sesiones públicas una actitud distante y no llegando a intervenir en ningún momento. Y esta vez sí lo hizo, igualmente para sorpresa de todos.
Está claro también que algo se ha movido también en el seno de esta formación emanada de Podemos, desde la que incluso se le ha llegado a pedir a Estrella Guzmán que entregara su acta de concejal, y que en parte surge desde ella misma, ya que días atrás mostró su deseo de integrarse más en el grupo municipal y cambiar su actitud.
Acusaciones de plagio a Ciudadanos
Pero no acabaron la situaciones llamativas emanadas de este pleno, ya que durante el mismo se escucharon graves acusaciones por parte del concejal popular Luis Paniagua hacia el portavoz de Ciudadanos, Pedro Taborda, después de que este último defendiera una moción relativa a la creación del Reglamento de Participación Ciudadana, como se contempla en la Ley de Grandes Ciudades.
Como el propio Paniagua destacó, además de los portavoces de otros grupos, del total de mociones defendidas por Pedro Taborda en los plenos, salvo dos, todas han tenido una relación directa con la Ley de Grandes Ciudades y la futura creación del distrito de Montequinto. Pero en este caso la crítica se elevó algo más -bastante más- cuando el concejal popular acusó directamente al portavoz de Ciudadanos de plagiar, con puntos y comas, esta propuesta de Reglamento de otra aprobada por el Ayuntamiento de Gijón en el año 2004.
Por supuesto, se creó la suficiente tensión, con algunos cruces de palabras entre ambos concejales, señalando en su caso Pedro Taborda que dicho borrador de Reglamento fue elaborado por una comisión y presentado por su partido, aún en la oposición, en el Registro Municipal cuando éste lo encabezaba Manuel Varela. Resultado: unos momentos de tensión que seguro que, como los terremotos, irán acompañados de quién sabe cuántas réplicas.

Por supuesto, en el Pleno se han abordado cuestiones muy serias, como ha sido el caso de la moción de IULV-CA, a la que se ha adherido el resto de las formaciones hasta convertirla en una moción conjunta, para mostrar, una vez más, el apoyo incuestionable del Ayuntamiento a favor de los trabajadores de Extruperfil, algunos de los cuales siguieron allí mismo el desarrollo de la sesión. El problema en este caso, tal y como resaltó el alcalde, Francisco Toscano, es que la situación ha empeorado bastante en relación a otras ocasiones al faltar, para empezar, la interlocución con la dirección de la empresa.
El primero en provocar una sonrisa entre los presentes fue el portavoz del Grupo Socialista, Agustín Morón, cuando en respuesta a una moción presentada por el grupo Sí Se Puede (Podemos) en relación a los distintos criterios de contratación, se dirigió a esta formación para indicarles que la solución a los mismos la tenían ellos si en Madrid permitían, mediante un pacto, que gobernara el PSOE. Invitación que no se quedó ahí, ya que durante el debate de otra moción presentada por el PP sobre el Impuesto de Sucesiones, volvió a reiterarlo indicándoles a SSP que se pusieran "manos a la obra" para tratar de solucionar esta cuestión.
Algo se mueve en el PP
Pero una de las grandes sorpresas de la sesión plenaria estuvo en el Grupo Popular, ya que por primera vez desde que comenzó el actual mandato no sólo se escuchó la voz de su portavoz, Cristina Alonso, sino también del resto de sus compañeros, bien en respuesta a mociones de otros grupos, bien para presentar algún ruego o pregunta.
No se exagera nada si se hace referencia a las caras de sorpresa que muchos de los presentes pusieron cuando se escuchó al concejal popular Luis Paniagua intervenir en un debate. Y luego a Mari Carmen Espadas, y luego a Luis Gómez. Y es que hasta este viernes la única persona que acaparaba todas las intervenciones fue la citada Cristina Alonso, quien ha mantenido durante todo este tiempo un tremendo pulso con el resto de sus compañeros sobre todo lo que se relacionaba con el trabajo interno de este grupo y las formas de hacer las cosas, mostradas en algunas ocasiones de forma pública y que llegaron incluso al PP de Sevilla, donde las noticias ya comenzaron a inquietar más de lo deseado.
Parece evidente, por tanto, que la gestora creada tras la reciente marcha como presidente del PP nazareno de Manuel Alcocer, al frente de la cual se encuentra Virginia Pérez, la secretaria general de los populares sevillanos, ha venido a poner un poco de cordura en el seno del grupo, hasta el punto de que ya los papeles, para empezar, se van a repartir para transmitir la sensación de normalidad que hasta ahora existía. Otra cosa es la guerra interna que seguirá ahí latente hasta que el congreso local elija al nuevo presidente o presidenta, y, este o esta, a su equipo.
Primera intervención de Estrella Guzmán
De la misma forma, casi nueve meses después también en un pleno municipal se pudo oír la voz de quien encabezó las listas de Sí Se Puede, Estrella Guzmán, quien, peleada con el resto de sus compañeros, mantuvo siempre en estas sesiones públicas una actitud distante y no llegando a intervenir en ningún momento. Y esta vez sí lo hizo, igualmente para sorpresa de todos.
Está claro también que algo se ha movido también en el seno de esta formación emanada de Podemos, desde la que incluso se le ha llegado a pedir a Estrella Guzmán que entregara su acta de concejal, y que en parte surge desde ella misma, ya que días atrás mostró su deseo de integrarse más en el grupo municipal y cambiar su actitud.
Acusaciones de plagio a Ciudadanos

Pero no acabaron la situaciones llamativas emanadas de este pleno, ya que durante el mismo se escucharon graves acusaciones por parte del concejal popular Luis Paniagua hacia el portavoz de Ciudadanos, Pedro Taborda, después de que este último defendiera una moción relativa a la creación del Reglamento de Participación Ciudadana, como se contempla en la Ley de Grandes Ciudades.
Como el propio Paniagua destacó, además de los portavoces de otros grupos, del total de mociones defendidas por Pedro Taborda en los plenos, salvo dos, todas han tenido una relación directa con la Ley de Grandes Ciudades y la futura creación del distrito de Montequinto. Pero en este caso la crítica se elevó algo más -bastante más- cuando el concejal popular acusó directamente al portavoz de Ciudadanos de plagiar, con puntos y comas, esta propuesta de Reglamento de otra aprobada por el Ayuntamiento de Gijón en el año 2004.
Por supuesto, se creó la suficiente tensión, con algunos cruces de palabras entre ambos concejales, señalando en su caso Pedro Taborda que dicho borrador de Reglamento fue elaborado por una comisión y presentado por su partido, aún en la oposición, en el Registro Municipal cuando éste lo encabezaba Manuel Varela. Resultado: unos momentos de tensión que seguro que, como los terremotos, irán acompañados de quién sabe cuántas réplicas.
FRANCISCO GIL / REDACCIÓN