Una Santa Ana vestida de Reina, con manto azul, rodeada por los enseres que le acompañaban cuando fue hallada en la cueva y un fondo en el que resalta el azul de la espiritualidad y el rosa del amor, es la composición que el pintor nazareno Antonio Úbeda ha mostrado en el cartel con el que se anunciará la Festividad de la Patrona de Dos Hermanas del próximo 26 de julio.
Al contrario de como era tradicional, la presentación del cartel de Santa Ana no se desarrolló en su Capilla, sino en el salón de actos del Centro Cultural La Almona, en un acto que presidieron la delegada de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento, Rosario Sánchez; el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia, y el hermano mayor de Santa Ana, Agustín García Gandullo, y al que acudieron algunos hermanos mayores y representantes de las hermandades de Pasión y Gloria de la ciudad.
Y junto a ellos, el autor del cartel, Antonio Úbeda, un nazareno nacido en 1947 y que, como resaltó el hermano mayor de Santa Ana, se afincó en Málaga, por motivos profesionales, en 1987, donde vivió hasta su reciente jubilación, regresando a su ciudad, donde ha vuelto a afincarse.
García Gandullo, en la breve semblanza que realizó del autor, señaló que se trata de un artista que evolucionó desde sus comienzos realistas hacia temas figurativos, pasando por el impresionismo e incluso la abstracción, pero en el que siempre ha destacado el color. Residiendo en Málaga, se adentró en el mundo cofradiero de esta ciudad, llegando a pintar los rostros, a través de 42 pinturas e idéntico número de dibujos, de sus cristos procesionales, algo que luego le llevaría a recibir numerosos encargos para pintar los carteles de hermandades de Pasión y de Gloria, tanto en Málaga capital como en Torremolinos y en Sevilla.
Desde su regreso a Dos Hermanas, Antonio Úbeda ha realizado diversos trabajos, como el retablo de la Hermandad de la Borriquita y el repintado de la hornacina que se encuentra en el patio de Santa María Magdalena, y que tiene como temática a Santa Ana. Asimismo, García Gandullo destacó la faceta de amistad que le une al autor del cartel desde la infancia, ya que fueron amigos de juegos siendo niños, y recordó que su familia contó con mucha tradición en la ciudad, ya que fue nieto de 'Juan el de los dulces', que tenía un puesto de chucherías en la fachada de la antigua Plaza de Abastos, mientras que sus tíos también ostentaron los puestos de chucherías situados en el Cine Rocío y en el Terrazas de Verano. "Es un nazareno de pro, aunque haya pasado muchos años en Málaga", dijo el hermano mayor de Santa Ana, "y por eso él ha pintado a la Patrona".
Patrona vestida de Reina
El propio Antonio Úbeda tomó a continuación la palabra, para destacar que se trataba de un día muy especial para él por cuanto acababa de presentar "el retrato de mi Patrona, y no en su forma de talla, sino vestida de Reina". "Es nuestra Patrona", continuó, "es la que manda, es a la que hay que rendirle todos los honores y la madre de las cofradías de esta ciudad, sean de Pasión o de Alegría. Y es a la que deberíamos de pedir, hablar y venerar todos".
Este pintor nazareno, que ya realizara una exposición antológica en La Almona, confesó que él nunca quiso ser cartelista, pero que las peticiones y encargos recibidos durante su estancia en Málaga le llevaron a iniciarse en esta actividad, siendo ya, con el de Santa Ana, su vigésimo segundo cartel sobre temáticas cofradieras.
En relación con la obra, Antonio Úbeda dijo que ésta "explica claramente lo que quiere representar, pero no la parte festiva y alegre, como fiesta patronal que es, sino la histórica y de conocimiento de la Patrona". Así, añadió que quiso mostrar a Santa Ana vestida de Reina, con un manto azul oscuro, ocupando la parte central del cuadro, mostrando en una esquina el patio y fachada de su capilla y colocando alrededor de la imagen algunos elementos, como un farolillo -uno de los enseres interiores de la Capilla-, dos ciriales encendidos -como muestra de ofrenda de luz y de vida- y los enseres que componían el ajuar que apareció con la talla de la Santa en su cueva: una campanita, un rosario y una Cruz dorada.
"El cuadro tiene luz y alegría, con predominio del color", concluyó este artista, revelando que para realizarla recurrió al impresionismo, algo que se apreciaba mejor en el fondo del cuadro, donde, al contrario de lo que pudiera pensarse, no quiso componer un cielo, "sino una conjugación del azul, que es el color de la espiritualidad, y del rosa, que es el color del amor".
Al contrario de como era tradicional, la presentación del cartel de Santa Ana no se desarrolló en su Capilla, sino en el salón de actos del Centro Cultural La Almona, en un acto que presidieron la delegada de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento, Rosario Sánchez; el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia, y el hermano mayor de Santa Ana, Agustín García Gandullo, y al que acudieron algunos hermanos mayores y representantes de las hermandades de Pasión y Gloria de la ciudad.
Y junto a ellos, el autor del cartel, Antonio Úbeda, un nazareno nacido en 1947 y que, como resaltó el hermano mayor de Santa Ana, se afincó en Málaga, por motivos profesionales, en 1987, donde vivió hasta su reciente jubilación, regresando a su ciudad, donde ha vuelto a afincarse.
García Gandullo, en la breve semblanza que realizó del autor, señaló que se trata de un artista que evolucionó desde sus comienzos realistas hacia temas figurativos, pasando por el impresionismo e incluso la abstracción, pero en el que siempre ha destacado el color. Residiendo en Málaga, se adentró en el mundo cofradiero de esta ciudad, llegando a pintar los rostros, a través de 42 pinturas e idéntico número de dibujos, de sus cristos procesionales, algo que luego le llevaría a recibir numerosos encargos para pintar los carteles de hermandades de Pasión y de Gloria, tanto en Málaga capital como en Torremolinos y en Sevilla.
Desde su regreso a Dos Hermanas, Antonio Úbeda ha realizado diversos trabajos, como el retablo de la Hermandad de la Borriquita y el repintado de la hornacina que se encuentra en el patio de Santa María Magdalena, y que tiene como temática a Santa Ana. Asimismo, García Gandullo destacó la faceta de amistad que le une al autor del cartel desde la infancia, ya que fueron amigos de juegos siendo niños, y recordó que su familia contó con mucha tradición en la ciudad, ya que fue nieto de 'Juan el de los dulces', que tenía un puesto de chucherías en la fachada de la antigua Plaza de Abastos, mientras que sus tíos también ostentaron los puestos de chucherías situados en el Cine Rocío y en el Terrazas de Verano. "Es un nazareno de pro, aunque haya pasado muchos años en Málaga", dijo el hermano mayor de Santa Ana, "y por eso él ha pintado a la Patrona".
Patrona vestida de Reina
El propio Antonio Úbeda tomó a continuación la palabra, para destacar que se trataba de un día muy especial para él por cuanto acababa de presentar "el retrato de mi Patrona, y no en su forma de talla, sino vestida de Reina". "Es nuestra Patrona", continuó, "es la que manda, es a la que hay que rendirle todos los honores y la madre de las cofradías de esta ciudad, sean de Pasión o de Alegría. Y es a la que deberíamos de pedir, hablar y venerar todos".
Este pintor nazareno, que ya realizara una exposición antológica en La Almona, confesó que él nunca quiso ser cartelista, pero que las peticiones y encargos recibidos durante su estancia en Málaga le llevaron a iniciarse en esta actividad, siendo ya, con el de Santa Ana, su vigésimo segundo cartel sobre temáticas cofradieras.
En relación con la obra, Antonio Úbeda dijo que ésta "explica claramente lo que quiere representar, pero no la parte festiva y alegre, como fiesta patronal que es, sino la histórica y de conocimiento de la Patrona". Así, añadió que quiso mostrar a Santa Ana vestida de Reina, con un manto azul oscuro, ocupando la parte central del cuadro, mostrando en una esquina el patio y fachada de su capilla y colocando alrededor de la imagen algunos elementos, como un farolillo -uno de los enseres interiores de la Capilla-, dos ciriales encendidos -como muestra de ofrenda de luz y de vida- y los enseres que componían el ajuar que apareció con la talla de la Santa en su cueva: una campanita, un rosario y una Cruz dorada.
"El cuadro tiene luz y alegría, con predominio del color", concluyó este artista, revelando que para realizarla recurrió al impresionismo, algo que se apreciaba mejor en el fondo del cuadro, donde, al contrario de lo que pudiera pensarse, no quiso componer un cielo, "sino una conjugación del azul, que es el color de la espiritualidad, y del rosa, que es el color del amor".
F. G. / REDACCIÓN
