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Un manto de apariencia regia completa el ajuar de Santa Ana con motivo del V Centenario Fundacional

El nuevo manto que se ha encargado para Santa Ana, Patrona de Dos Hermanas, y elaborado por el Taller Orobordado de Dolores Fernández, en Brenes, cuenta con una apariencia regia y será con el que esta Hermandad completará el ajuar que ha ido creando con motivo de celebrarse en 2023 su V Centenario Fundacional.


La Parroquia de Santa María Magdalena acogió en la noche de ayer, viernes día 15 de septiembre, un nuevo acto de la Hermandad de Santa Ana, que hace pocos días presentó en este mismo lugar el juego de coronas que ha realizado el Taller de Orfebrería de Ramón León y que ahora lo hizo con un nuevo manto para la Patrona, que, unos y otro, lucirá el próximo 23 de septiembre con motivo de la salida extraordinaria que protagonizará por las calles del centro de la ciudad.

Se trata del manto conmemorativo del V Centenario Fundacional de la Hermandad de Santa Ana, que su hermana mayor, Eva María Ramírez, presentó como otro de los “momentos de gozo” que está viviendo esta Corporación y que se convertirá en el colofón “a un proceso precioso que hemos tenido la oportunidad de vivir”.

Eva María Ramírez contó que cuando “comenzó toda esta aventura” con motivo del V Centenario Fundacional, se plantearon hacer un manto a Santa Ana, y que en el seno de la Hermandad tenían la idea de recuperar un antiguo manto, que no se conserva y del que solamente se tenía constancia por una fotografía en blanco y negro en la que se observaba un trozo del mismo, y que, en un momento determinado, había sido mutilado y utilizado para convertirlo en una especie de dosel.


“Por eso teníamos el sueño de hacer un manto que pudiera recordarlo”, dijo la hermana mayor, quien reveló que el trabajo se le encargaron al taller de bordados que había en Brenes, Orobordado, de Dolores Fernández. “Hablamos con ellos y les explicamos cuál era nuestra idea. Vinieron a ver a Santa Ana, pero también estaba Miguel Ángel Clarós, un diseñador muy joven, que yo veía que no estaba muy contento, de forma que le pregunté:

- ¿No lo ves?

Y él respondió

- “Sí, yo veo la idea que vosotros tenéis, pero es que mi imaginación está volando y ya estoy pensando en otra cosa que a mí me gustaría para esta imagen tan maravillosa que tenéis”.

“La imagen de nuestra Patrona es una imagen que enamora”, añadió Eva María Ramírez, “y Miguel Ángel, que se enamoró de Santa Ana, nos decía que estaba viendo el manto que a él le gustaría para esa imagen. Y nos empujó a decirle”:

- “¿Nos quieres presentar un boceto y nosotros lo estudiamos?”

- “Venga”, respondió él. “Yo os lo presento sin compromiso alguno. Si os gusta, bien, y si no, volvemos a la idea originaria”.

Pero cuando les presentó el boceto, “nuestras ilusiones pasadas murieron todas, porque lo que nos presentó Miguel Ángel era un auténtico sueño, una auténtica maravilla. Nos quedamos realmente impactados. Y dijimos”:

- “Este es el manto que nosotros queremos para la Santa”.

Y a partir de ahí se comenzó a trabajar, empezando “una relación preciosa”. La hermana mayor aseguró que el Taller de Orobordado se encuentra integrado “por magníficas personas y magníficos profesionales. Hemos visto cómo trabajan y el personal que tienen, que es una auténtica maravilla, y no sólo por las manos que tienen, sino por el cariño con el que hacen las cosas. Y el resultado lo tenemos hoy aquí. Es un sueño cumplido para la Junta de Gobierno. Y espero que sea un sueño cumplido para toda Dos Hermanas. Ha sido una obra que no sólo está a la altura de lo que esperábamos, sino que se ha excedido de sobra con las expectativas que teníamos”.

Manto de apariencia regia


El alma máter del Taller breñero, Dolores Fernández, tomó la palabra a continuación para describir el trabajo que habían realizado, en una búsqueda “por completar la iconografía de la imagen con el manto, teniendo como premisa el sillón ya realizado por la orfebrería Ramón León en un estilo gótico florido”. En este contexto, decidieron centrarse en elementos coetáneos, con la elección del estilo gótico en su etapa clásica, siendo una de sus características principales la repetición de motivos decorativos a diferentes escalas y elementos a modo de tracerías o filigranas.

“Se ha intentado dotar en todo momento al manto de una apariencia regia”, aseguró, “eligiendo un terciopelo de seda como soporte textil de primera calidad en tono azul morado con mucha caída”. Y con respecto al esquema del manto, el mismo parte de la leyenda perimetral con el anuncio del Ángel a Santa Ana, como queda recogido en los textos apócrifos, concretamente en el protoevangelio de Santiago, y que refiere que un Ángel del Señor apareció y le dijo: “Ana, Ana, el Señor ha escuchado y atendido tu súplica. Concebirás, y parirás, y se hablará de tu progenitura en toda la tierra”.

A modo de segunda cenefa de ornamentación vegetal, con intención de que recordase a un tímpano (propio en las puertas de las catedrales góticas), el manto muestra “un conjunto de hojarascas entrelazando sus nervios a modo de greca”, buscando el juego de volúmenes y contraste de texturas, y una tercera cenefa con las mismas características pero completamente plana y en otros materiales, lo que le otorga el aspecto de sombra.

El resto del conjunto se completa con un estampado de motivos geométricos, entrelazados y quedando sus vértices unidos con joyas propias de la época (perlas cultivadas, piedras de cristal imitando las amatistas y canutillo inglés). “Esta estampación, que delimita las vistas del conjunto, se une en la parte superior dando lugar a una toca de sobremanto a modo de gran rosetón que cierra todo el conjunto”, explicó Dolores Fernández.

La pieza se ha bordado en plata fina sobre terciopelo chafado de color morado, con un tornasol que da distintos tonos según la luz del momento, y cada una de las letras que conforma la leyenda van realizadas en la técnica del cartón, empleando el hilo denominado ‘aguas’ para dar un efecto de rugosidad y antigüedad.

La cenefa compuesta de hojarascas se ha tejido en punto piedra, para los que se ha empleado un hilo denominado ‘muestra’, y, para las sombras, cartusana de tonalidad mate y en punto cetillo, con idea de buscar el contraste de texturas. “Cada uno de sus nervios van realizados en la técnica de hojilla sobre malla, y para el resto de la estampación, toda la geometría va montada sobre mallas tejidas en cetillo con distintos hilos de plata”.

No quiso concluir su intervención explicativa Dolores Fernández sin aprovechar ese momento “para dar las gracias públicamente a la Junta de Gobierno de la Hermandad y, muy especialmente, a su hermana mayor, no sólo por haber depositado su confianza en nuestro taller para llevar a cabo una pieza tan especial en un año tan especial, sino por la cercanía y el trato que hemos recibido en todo momento”. Y es que “con esta pieza”, comentó con voz entrecortada por la emoción, “se va una parte de nuestro Taller y ya de su historia”.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
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